desbloquea cualquier vehículo. Sólo cuesta unos treinta y dos dolares (US 32)  su fabricación.

El dispositivo en cuestión, que recibe el nombre de RollJam, está fabricado con un microcontrolador, una batería y varias radios, componentes de facil adquisición.

El funcionamiento de este control universal implica que este cerca o incluso debajo, del vehículo al que se quiere acceder esperando a que su legítimo dueño intente abrirlo con el control original.

Cuando el dueño del vehículo aprieta el botón del mando para abrir el carro, los radios de RollJam bloquean la señal emitida para que no se abra. Como es natural, el usuario, pensando que se trata de un fallo puntual, volverá a pulsar el botón. Las radios vuelven a bloquear este segundo código, que es guardado en el dispositivo, a la vez que envían el primer código al vehiculo para abrirlo.

Como el usuario ha logrado abrir su vehículo en su segundo intento, pero con el primer código almacenado en el RollJam, ya el segundo código queda registrado para su uso futuro. Como estos códigos no tienen ningún tipo de periodo de validez, cualquier persona podrá usar ese segundo código para acceder al coche en el futuro, mientras que el conductor se va tranquilamente pensando que ha sido un fallo momentáneo.

Hasta ahora Samy Kamkar ha podido probar su invento exitosamente en varias marcas y modelos de vehiculos, incluyendo algunos Lotus, Nissan, Volkswagen, Ford, Chrysler, Toyota, Cadillac y Cobra, pero también advierte que el sistema es igualmente efectivo para garajes que se abren mediante mando a distancia y que podría servir para acceder al interior de viviendas.

El problema para estas marcas reside en que los chips utilizados en sus mandos no reciben actualizaciones, por lo que hay bastante poco que los dueños de estos coches puedan hacer para evitar este tipo de hackeo que no sea usar una llave convencional para abrir sus vehículos y estar muy atentos si el mando parece fallar a la primera.

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