En los últimos años ha aumentado la presencia de nuevas formas de pago a través de la tarjeta de crédito y de débito. Primero vimos las de banda magnética para pasar posteriormente a las de chip, y ahora ya están empezando a dominar las que utilizan tecnología NFC para pagos de manera inalámbrica a distancias de unos pocos centímetros. El problema es que este sistema no es 100% seguro.

Evitar cobros indebidos con tarjetas NFC

El principal problema de este método es que para pagos de menos de 20 euros no es necesario introducir el PIN (algunos bancos permiten que elegir que siempre sea necesario el PIN, aún para pagos menos de 20 euros), lo cual ha generado nuevas vías de robo, como ladrones datafono en mano, a los cuales se les ha visto intentando generar cobros por esta cantidad en zonas atestadas, como el metro. Incluso si llevamos nuestro teléfono en el mismo bolsillo que la tarjeta, éste puede ser hackeado mediante apps maliciosas para enviar pagos a un segundo teléfono, e incluso se pueden llegar a duplicar tarjetas o a obtenerse datos personales.

Para evitar este tipo de ataques, los bancos no permiten más de siete pagos sin PIN a diario a través de las tarjetas NFC, o realizar dos compras sin PIN muy seguidas una de la otra. Además, algunas entidades permiten desactivar temporalmente el NFC de la tarjeta, y en el caso de que haya cobros indebidos, éstos siempre pueden ser cancelados.

¿Cómo podemos proteger nuestras tarjetas NFC contactless?

En el mercado hay una gran diversidad de soluciones para eliminar la posibilidad de que las ondas electromagnéticas alcancen nuestra tarjeta. Una funda aislante puede ayudar a bloquear la gran mayoría de casos, mientras que otras soluciones como el papel de aluminio no son 100% efectivas, ya que no ha de quedar ningún posible hueco, y eso es complicado de conseguir pues el papel de aluminio se daña. También tenemos carteras que incluyen protectores RFID en su diseño, siendo esta una gran alternativa si tenemos que cambiar de cartera.

Otras opciones que tenemos a nuestro alcance son proyectos como VAULTCARD. Esta tarjeta está pensada para bloquear que cualquier tipo de onda electromagnética llegue a nuestra tarjeta si ésta se encuentra en un radio de 4 centímetros por la forma en la que las ondas electromagnéticas viajan.

La tarjeta VAULTCARD se coloca en cualquier parte de la cartera, de manera que la tarjeta de crédito o débito que queramos proteger esté a menos de 4 centímetros de ella en cada uno de los lados. Esta tarjeta genera un campo electromagnético cuando detecta una onda generada por un escáner RFID como los utilizados para sistemas de pago.

La principal ventaja de este sistema es que no tenemos que llevar la tarjeta metida en una funda y tener que sacarla de ella cada vez que queramos pagar. Además, se pueden proteger varias tarjetas NFC de nuestra cartera con sólo este sistema de protección. Por el contrario, el principal problema que encontramos con esta tarjeta es que puede que ‘pite’ en los escáneres de las tiendas si estos son demasiado antiguos. Si queréis echarle un vistazo al proyecto, os dejamos su enlace de IndieGoGo.