La velocidad máxima más común en la fibra óptica en nuestro país son los 300 Mbps. Ya sea de manera directa o indirecta, casi todos los operadores españoles ofrecen ya esta velocidad. La CNMC obligó a Movistar a ofrecer acceso al resto de operadores en municipios donde no hubiera la suficiente competencia, ampliando el abanico de clientes que pueden acceder a esta velocidad incluso si su operador no tiene red propia para ello.

En el precio está la clave

El pasado mes de diciembre, la CNMC permitió que los operadores accedieran a la fibra de Movistar de manera indirecta, y a partir de este mes de febrero permiten que se pueda acceder a una nueva oferta de 120 Mbps, que Vodafone ya ha estrenado. Esta nueva oferta permite que el precio de la fibra sea cuatro euros más bajo, compensando así con las subidas que llevan practicando los operadores en el último año.

Mientras que muchos usuarios tienen más que suficiente con 300 Mbps, ya existen tarifas de 500 Mbps con Orange (que ya ofrece simetría en los 50 Mbps) o 1 Gbps con Adamo, y puede que incluso este mismo año veamos ofertas de 1 Gbps por parte de los grandes. El asunto es que una velocidad tan elevada como es 1 Gbps es innecesaria para la amplia mayoría de la población por diversos motivos.

Velocidad, precio y hardware: claves en conexiones de 1 Gbps

Para empezar, es necesario un dispositivo con conectividad WiFi 802.11ac o Ethernet Gigabit para poder aprovechar tal velocidad. Además, la velocidad de escritura de muchos de nuestros dispositivos no alcanza tales tasas de transmisión, haciendo necesario tener como mínimo un SSD o un disco duro de alta gama para aprovechar esa velocidad.

Por ello, a no ser que haya varios usuarios aprovechando el máximo de su conexión, y contando con que esta modalidad fuera más cara habiendo otras más baratas, muchos usuarios acabarían optando por la más barata. En el caso de los 120 Mbps de Vodafone, esta opción es 4 euros más barata que la de 300 Mbps.

Por tanto, la clave para que la fibra de 1 Gbps tenga éxito es que tenga el mismo precio que los 300 Mbps en la actualidad para que los usuarios se lo planteen como una alternativa, porque si ya es difícil saturar el ancho de banda de los 300 Mbps, alcanzar 1 Gbps se torna algo casi imposible en la actualidad, sobre todo para el usuario medio. Avanzar a velocidades de 1 Gbps podría incluso implicar acabar con los 50 Mbps, dejando los 120 Mbps como la opción más barata y 1 Gbps como la más cara.

En Estados Unidos, comentábamos hace unos meses que se podía contratar en algunas ciudades la fibra de 10 Gbps, pero que sólo lo había contratado una persona en todo el país. En Australia, el presidente de la National Broadband Network afirma que apenas hay interés en el país para ofrecer 1 Gbps por parte de los operadores debido a que hay baja demanda de velocidades inferiores a esa por el precio. Al final, la clave está en que las tarifas sean asequibles, y que el usuario vea que le va a sacar partido.