En las compras por Internet, habitualmente se ofrecen varios métodos de pago. Y cada vez más, es frecuente encontrar que PayPal es uno de ellos. Habrás oído decir que ‘pagar con PayPal es más seguro’, o incluso que es una garantía para evitar estafas. Pero ¿cuál es realmente la diferencia frente a pagar con una tarjeta de crédito, u otro método de pago? Te resumimos las ventajas que ofrecen.

PayPal actúa como un intermediario entre el comprador y el vendedor, que puede ser un particular o un profesional. Y lo hace añadiendo unas garantías y coberturas a la transacción. Lo que especifican en su política, como condición general, es que se devuelve el importe íntegro de una compra realizada en caso de que no llegue, o no coincida con la descripción realizada por el vendedor. No obstante, hay unos plazos a tener en cuenta para la devolución del importe, y ciertas condiciones para que esta política y cobertura se cumpla.

Hasta 180 días después de comprar se puede abrir una disputa. Si el vendedor no la resuelve en 20 días, se convierte en reclamación y es PayPal quien actúa en defensa del comprador, si corresponde.

• PayPal no envía los datos bancarios al vendedor, ni aparecen en la transacción.
• Se devuelve el importe íntegro, y los gastos de envío, cuando existen problemas

Las coberturas y garantías de PayPal: las disputas son su ‘seguridad extra’ frente al pago con tarjeta por Internet

Frente a las transacciones con tarjeta de crédito, en las que no hay intermediario, PayPal añade lo siguiente. Incluyen lo que se denomina Protección del comprador, y básicamente es un sistema por el cual se puede abrir una disputa. Con estas disputas, el comprador le plantea a PayPal la disconformidad con el producto o el vendedor, y se abre un plazo de 20 días para la resolución de la misma entre el vendedor y el comprador. Si no hay respuesta positiva por parte del vendedor, la disputa se eleva a reclamación y es la propia PayPal la que toma la decisión de devolución del importe íntegro, si se cumplen los requisitos.

Prácticamente cualquier producto está cubierto, salvo los prohibidos por la Ley. Se aplica la protección cuando se recibe un producto erróneo, uno de segunda mano en lugar de nuevo, uno dañado, uno incompleto, una falsificación y otros. Además, PayPal protege las cuentas en un plazo de 60 días si se informa de que alguien ha accedido y comprado sin autorización. Y además de todo lo anterior, hay un Servicio de Atención al Cliente personalizado para reclamaciones, transacciones no autorizadas y otros problemas. Todo esto, al pagar con tarjeta bancaria, no lo tenemos disponible.

¿Es siempre mejor que una tarjeta de crédito o débito?

Evidentemente, también hay ciertas desventajas para PayPal. Lo habitual es que esta plataforma de pagos se utilice cuando se desconocen al vendedor o la tienda, y se quieren proteger los datos de pago. En caso de que el portal utilice la protección SSL/TLS, un cifrado para el intercambio de datos sensibles, igualmente los datos podrían estar a disposición del vendedor, luego esto no sería justificación para utilizar una tarjeta de crédito o débito, o una cuenta bancaria.

El problema está en que no todas las tiendas soportan PayPal, luego todas sus ventajas se pierden en estos casos. Por otro lado, también hay que tener en cuenta las particularidades de la entidad bancaria que vayamos a utilizar. Por ejemplo, el sistema de autenticación en dos fases para le verificación de conformidad con un pago es una buena forma de protección, pero la entidad bancaria no se hará cargo de posibles fraudes o estafas. Y también en este caso pondríamos los datos bancarios a disposición del vendedor, aunque no podría utilizarlos sin acceso físico al teléfono asociado.