El aumento de transacciones a través de Internet permite que los ciberdelincuentes se lucren a costa de los usuarios. Las ciberestafas con una realidad desde hace tiempo. Varias empresas de seguridad han elaborado estudios. Kasperksy ha sido una de ellas, llegando a la conclusión de que, una vez realizado el robo, resulta muy complicado recuperar el dinero robado.

No solo las herramientas de seguridad mejoran, también los ataques elaborados por los ciberdelincuentes. Muchos usuarios centran su actividad en Internet, de ahí que muchas veces las cantidades sustraídas sean importantes. Los fraudes en línea junto con el pirateo de contenidos han alcanzado miles de millones de euros a lo largo del año. Aunque la cifra media está muy por debajo, se han dado casos extremos de que el dinero robado ha sido superior a 4.500 euros, una cifra a tener en cuenta y que demuestra que algo falla a la hora de navegar en Internet o disfrutar de los servicios y sus posibilidades.

El coste medio es de 444 euros

Tras realizar un estudio y preguntar a uno de cada diez usuarios españoles, se ha establecido que la cifra media es de 444 euros. Muchos manifiestan que el dinero perdido no se ha producido por robo, sino por medio de estafas, comprando productos que jamás se han recibido o confiando en servicios que no existían u ofrecían una funcionalidad distinta como, por ejemplo, las aplicaciones ofrecidas a través de tiendas no oficiales.

El 52% de los usuarios españoles afectados por ciberestafas

Aunque solo puede parecer un poco más de la mitad, hay que saber leer este resultado. La realidad es que un número importante de usuarios se ha visto afectado por este tipo de estafas, una cifra que no viene sola. El 81% de los usuarios ha confirmado que realiza algún tipo de operación con su entidad bancaria a través de Internet. El 44% de estos almacena datos de acceso o de pago en varios dispositivos y solo el 60% posee con al menos un software de protección frente a virus informáticos.

Pero tal vez el dato más peculiar es que el 45% de los usuarios cree que tras este problema la entidad les reembolsará el dinero, una idea errónea. Sí que es verdad que en el caso de pérdida u operaciones no autorizadas existen seguros que permiten recuperar una cantidad importante o incluso el total de las operaciones realizadas. Pero esto no es aplicable al caso de ciberestafas.

¿Por dónde llegan estas estafas?

Sobre todo, a través del correo electrónico, redirigiendo al usuario a páginas web falsas que simulan ser de entidades bancarias o tiendas en línea. Los virus informáticos también contribuyen a esta práctica, evolucionando de cara a las redes sociales y otros servicios. Phishing, adware, ransomware o cualquier otro tipo de amenaza. Al final, el resultado es el mismo.

Lo que sí que es cierto, es que no es necesario que lleguen a los usuarios, ya que estos son capaces de encontrarlas.

La prevención es el primer mecanismo de defensa, extremando las precauciones sobre todo con los correos electrónicos y los archivos descargados desde páginas cuya legitimidad pueda ser cuestionable.

¿Te has visto afectado por alguna estafa? Cuéntanoslo