Hasta la llegada de los smartphones, no había muchas opciones en cuanto a servicios de mensajería instantánea se refería, sobre todo si lo comparamos con las decenas de alternativas que tenemos en la actualidad. Antes de la introducción de los smartphone, la gran mayoría de usuarios utilizaba MSN Messenger para comunicarse, así como posteriormente Tuenti, Facebook o Skype, absorbiendo esta última lo que quedaba de MSN Messenger. En la actualidad, los más populares son WhatsApp y Facebook Mesenger.

El problema de esta transición de servicios de mensajería es que, en muchos casos, a pesar de que ganábamos comodidad al poder usar el servicio en cualquier parte, como en el móvil o en el navegador de manera más sencilla (además de utilizar la red social en el caso de Tuenti o Facebook) se dejaron atrás muchas funciones que un programa completo como MSN Messenger tenía. Algunas de estas todavía ni WhatsApp las tiene hoy día y vamos a analizar algunas de ellas.

1.      Cliente en PC que no dependa del móvil

Parece mentira que todavía en 2017, con ordenadores potentes, tengamos que depender del móvil para poder hablar con nuestros conocidos. WhatsApp necesita cambiar su forma de funcionar, y hacer que las aplicaciones móviles y los clientes de PC se conecten a la nube directamente, y que puedan ser utilizadas sin problemas en tablets. Telegram ha demostrado que se puede hacer, y con resultados excelentes, sincronizando hasta los mensajes no enviados (borradores) entre todas las apps.

2.      Poner la música que escuchas en el Estado, así como estados más largos

Tanto Facebook como WhatsApp se fijan en lo que están haciendo otras apps de éxito como Snapchat, introduciendo los Estados que se eliminan a las 24 horas. Eso se ha demostrado que no lo utiliza casi nadie fuera de Snapchat (con la excepción de Instagram, donde sí ha funcionado por encajar en la filosofía de la red), sobre todo porque a nadie le interesan los delirios narcisistas que desprenden algunos selfies.

Con un simple estado escrito, podías conocer rápidamente qué pensaba esa persona, así como ver qué música estaba escuchando en su reproductor si lo tenía configurado para ello. Una forma más sencilla de entender y que al final era más útil para el usuario que un vídeo corto o un grupo de imágenes que casi nadie se para a ver.

3.      No me molestes, xfvr

La posibilidad de cambiar el Estado (Ausente, Ocupado) permitía a la gente saber que no tenía que molestarte. Incluso podías ponerte Desconectado, y conectarte cuando vieras que alguien que querías que te hablase se conectase. Ahora, con las apps actuales, todos estamos constantemente online, con la presión de tener que responder lo antes posible. Ahora también tenemos directamente la opción de poner el modo avión para evitar ser molestados, pero no es lo mismo.

4.      Emoticonos (emojis) personalizables

Este es uno de los campos donde WhatsApp sigue atrasado. A pesar de que Unicode añade más emojis, muchos usuarios quieren tener la opción de poder personalizar los suyos propios. Telegram permite crear stickers con resolución de hasta 512 x 512 píxeles a nuestro gusto, así como añadir packs de manera sencilla.

Lo que todavía no ha añadido ninguna app es que podamos crear nuestros propios iconos y asociarlos al comando que queramos. Esto llevaba a que algunas personas abusaran y crearan textos ininteligibles, pero llevado con cautela era muy cómodo.

5.      Juegos

A pesar de que Facebook Messenger y Telegram están dando pasos en este sentido, WhatsApp no tiene opción para ningún tipo de juego, ni siquiera basado en HTML5. En MSN Messenger teníamos el buscaminas a dos jugadores.

6.      Zumbidos, guiños

Tanto a través de los zumbidos, guiños o sonidos de Messenger Plus, se podía llamar la atención de los usuarios de maneras más creativas, pudiendo establecer códigos de comunicación con tus amigos para que te avisaran si realmente querían algo.

Actualmente sólo se puede elegir silenciar completamente a una persona o grupo, y no se puede hacer individualmente por mensajes. Hay que recordar que tampoco existían los mensajes de voz, que son un tostón de escuchar, con algunos que podrían catalogarse ya como podcasts.

Un largo camino por recorrer

El único servicio que se ha acercado en posibilidades, y para mi gusto ha superado holgadamente a MSN Messenger, es Telegram. Pavel Durov creó en 2013 una aplicación verdaderamente multiplataforma con muchas opciones de personalización que cada vez son mayores, como crear tus propios stickers o personalizar el tema tanto en PC como en móvil. ¿Qué le falta? Las llamadas y las videollamadas. Las llamadas ya han llegado a la beta de Telegram, y no deberían tardar mucho en llegar a la versión final. En cuanto lleguen las videollamadas multiplataforma, podríamos estar ante la aplicación de mensajería definitiva.

En MSN Messenger las videollamadas eran una manera cómoda de interacción con nuestros amigos sin dejar de lado el chat para poder mandar mensajes escritos en el caso de que alguien pudiera escuchar lo que decíamos. En WhatsApp encontramos videollamadas, pero éstas no son multiplataforma como podemos encontrar en Skype, Hangouts o Facebook Messenger.

Explorando un poco más uno de los puntos que comentábamos anteriormente, WhatsApp necesita abrirse más a otros dispositivos, y potenciar para ello su cliente web o lanzarse de una vez a ofrecer un servicio de mensajería basado en la nube que no desprecie a los usuarios en función de la plataforma que usen. Escribir desde un ordenador es mucho más rápido y cómodo sin tener que depender directamente del móvil.

La fragmentación ha alcanzado también cuotas preocupantes en la actualidad. Son decenas de aplicaciones las que se utilizan, y lejos quedan soluciones como Pidgin que integraban anteriormente todos los servicios de mensajería que utilizábamos, quedando en la actualidad unos pocos valientes que se atreven a juntar las aplicaciones, como Rambox. 

Y vosotros, ¿hay alguna función de MSN Messenger que echéis de menos y que no se encuentre disponible en WhatsApp o en la aplicación de mensajería que utilicéis? Dejadla en los comentarios.