Final Cut Pro es, probablemente, el mejor software de edición de vídeo, la herramienta favorita de los YouTubers. Pero tiene un ‘problema’, y es que sólo está disponible para Mac. Ahora bien, eso no quiere decir que no podamos usarlo en un PC con Windows 10 –o incluso versiones anteriores-, sino sencillamente que tendremos que seguir un procedimiento ligeramente más complejo. Concretamente tenemos dos opciones: bien virtualizar macOS, o bien configurar un equipo hackintosh. La primera es más sencilla, pero te contamos las claves sobre las dos posibilidades para ejecutar Final Cut Pro en Windows 10.

Las alternativas más interesantes son MAGIX Vegas Pro –antes Sony Vegas Pro- y Adobe Premiere, entre algunas otras, pero quien trabaje en la edición y montaje de vídeo sabrá que Final Cut Pro es una de las mejores herramientas que existen, sobre todo por la facilidad de uso. Y para ejecutar el programa en PC con sistema operativo Windows 10, o alguna versión anterior, lo único que tenemos que hacer es hackintosh o virtualizar. Y la segunda de estas dos opciones es la que más al alcance está de cualquier usuario.

La virtualización requiere de un hardware potente: principalmente un buen procesador y una amplia memoria RAM para gestionar Windows 10 y macOS Sierra, y sobre él, también Final Cut Pro.

Virtualizar macOS en Windows 10 para ejecutar Final Cut Pro

Es posible tener macOS y Windows en un único ordenador, y viceversa, y para ello lo único que necesitamos es virtualizar macOS. Básicamente, lo que vamos a hacer es una instalación de macOS Sierra sobre Windows 10 en un sistema virtualizado, es decir, descargar VMware Fusion 8.5 o VMware Workstation 12.5 o cualquier versión posterior de estos programas y crear una máquina virtual con macOS Sierra. Lo más recomendable es conseguir una imagen de una máquina virtual ya creada, con los recursos de hardware necesarios preasignados para que todo cargue correctamente y la instalación sea sencilla, de principio a fin.

Hecho esto estaremos ejecutando un sistema virtual con macOS Sierra instalado, lo que quiere decir que se cargará todo macOS de forma nativa en forma de aplicación independiente. Sobre esta instalación, de forma normal y desde la propia App Store podemos instalar Final Cut Pro, o desde otra fuente si fuese necesario, y funcionar con el programa de forma normal.

Lo interesante de un ordenador Hackintosh es que macOS Sierra se ejecuta como sistema operativo principal, luego todos los recursos se aprovechan y por tanto podemos usar un PC con componentes de menores prestaciones.

Hackintosh: más complicado, pero sin tantos recursos de hardware

Configurar un ordenador hackintosh es bastante complicado. En primer lugar porque vamos a necesitar hardware utilizado por Apple en cualquiera de sus ordenadores, o que cuente con soporte oficial por parte de la compañía de Cupertino en forma de drivers en macOS Sierra. Es decir, que las posibilidades en cuanto a configuraciones de hardware se reducen de forma considerable. Por otro lado, tampoco es tan sencilla la instalación del sistema operativo, a pesar de que el hardware sea perfectamente compatible, sino que hay que seguir una serie de pasos complejos y personalizados en función de la configuración de hardware. Hackintosh.com tiene las mejores guías para ello.

Ahora bien, si conseguimos una configuración hackintosh funcional, entonces lo único que tendremos que hacer es instalar Final Cut Pro también desde la App Store y funcionar con el programa con absoluta normalidad.