La seguridad en las transmisiones que llevamos a cabo por medio de las cada vez más populares herramientas de mensajería instantánea, desde hace ya tiempo ha sido un tema un tanto escabroso debido a las consecuencias, tanto positivas como negativas, que esto podría acarrear a lo usuarios. Las empresas desarrolladoras de estos servicios las están usando desde hace un tiempo, pero no en todos los casos este sistema de seguridad es tan aceptado como cabría esperar.

Decimos todo esto precisamente ahora debido a las declaraciones que se acaban de hacer públicas por parte de un Ministro británico en las que afirma que la encriptación de las conversaciones en los servicios de mensajería es totalmente inaceptable, algo que en un principio podría sonar un tanto sorprendente. Y es que todo lo referente a la seguridad y privacidad de los usuarios al hacer uso de Internet, es un tema candente y en el que las empresas ponen un especial cuidado.

Pero claro, si lo miramos desde el punto de vista de los gobiernos y autoridades, muchos de estos consideran que las empresas de tecnología deberían cooperar más con los organismos encargados de hacer cumplir la ley, ya que con estas prácticas de encriptación, ofrecen un «espacio secreto» para que determinados usuarios de este tipo de aplicaciones de mensajería, puedan comunicarse usando mensajes encriptados para planear actos delictivos, como es el caso del terrorismo, por ejemplo.

Este es un apartado al que acaba de hacer referencia el Ministro británico del Interior, Amber Rudd, ya que ha comunicado que el autor del acto terrorista ocurrido en Londres hace tan solo unos días, Khalid Masood, envió un mensaje cifrado momentos antes de matar a cuatro personas con su coche y apuñalar a un policía, atentado del que la mayoría ya habréis oído hablar.

El cifrado extremo a extremo es tan ventajoso como perjudicial para otros

Claro, visto de ese modo, al mismo tiempo que este tipo de plataformas ofrecen a los usuarios de a pie la posibilidad de comunicarse de una manera totalmente segura y privada, estos mismos sistemas pueden ser utilizados por otros para hechos no tan inocentes como mantener una conversación normal con amigos y familiares, aprovechándose de todo ello.

Es por esto que este ministro británico solicita a los desarrolladores de herramientas como WhatsApp, que es la más extendida en la actualidad, les faciliten las cosas a la hora de localizar a este tipo de malhechores y no «facilitarles» el camino para sus acciones. Por lo tanto pide que los servicios de inteligencia de los países tengan la capacidad de entrar en entornos como son las conversaciones cifradas de WhatsApp, por ejemplo.

Y es que hay que tener en cuenta que el cifrado de de extremo a extremo significa que los mensajes sólo pueden ser descodificados por el destinatario, no por cualquier persona que los intercepte en el proceso de transporte de los datos, incluida la empresa que presta el servicio. Pero claro, del mismo modo mucha gente se podría preguntar si realmente se podrían haber salvado vidas en Londres la semana pasada si se hubiera prohibido el cifrado de extremo a extremo; probablemente no. Pero con todo y con ello, de lo que no cabe duda es de que la polémica a este respecto sigue abierta.