A principios de año Samsung presentó sus nuevas televisiones QLED, que vienen a ser las sustitutas a nivel de tecnología en paneles de televisión de las LCD y las OLED actuales, aunando gran parte de sus ventajas. En la comparación que hicimos de QLED y OLED hablamos de algunas de sus ventajas, pero no profundizamos en los niveles de brillo, siendo esto una cifra muy importante para comparar ambas tecnologías.

El brillo, mucho mejor en paneles QLED

Es importante mencionar que más que el brillo, para las televisiones HDR importa sobre todo el contraste y los niveles de negros. Esto varía mucho dependiendo de los fabricantes, así como el tipo de panel utilizado en televisiones LCD (IPS o VA, sobre todo). En paneles OLED las pantallas muestran negros perfectos con ratios de que son prácticamente infinito. En los QLED, al utilizar paneles VA, los negros son mucho mejores que si se utilizaran paneles IPS, por lo que son mejores que los LCD, pero no llegan a igualar al OLED en ningún aspecto ni en local dimming.

Aunque no sea tan importante, el brillo es un factor clave en la televisión, sobre todo si hablamos en 4K y HDR. A pesar de que niveles bajos de brillo pueden compensarse con unos negros más profundos que contrasten con una parte iluminada más brillante, los fabricantes de televisiones están centrados en alcanzar los mayores picos de luminosidad posible en sus televisiones.

2000 nits: el máximo brillo de las teles actuales

En el caso de las televisiones QLED, encontramos que el brillo máximo se sitúa en los 2.000 nits, debido a que las televisiones que cuentan con esta tecnología son las de más alta gama fabricadas por Samsung. La mayoría de modelos ofrecen brillos superiores a los 1.000 nits, lo cual queda muy lejos de los 500 o 700 nits que ofrecen las pantallas LCD o LED. Las de gama media de LCD rondan los 400 y 500 nits de brillo, incluso aunque incluyan HDR y tecnologías para poder mostrarlo de manera nativa. Los 2.000 nits que alcanzan las QLED sólo los iguala un modelo de Sony 4K con panel LCD.

Con las pantallas OLED es algo más difícil sacar conclusiones con respecto al brillo. Estos paneles, además de ser más caros y desgastarse con el paso del tiempo, presentan unos niveles de brillo más bajos que las LCD o las QLED debido a las limitaciones de los componentes orgánicos utilizados en su fabricación. Aun así, al crear negros perfectos con un contraste casi infinito, las partes con brillo resaltan más sobre las partes oscuras, dando una mejor sensación general de luminosidad. Mientras que las primeras televisiones OLED apenas llegaban a los 300 nits, las actuales con HDR lanzadas en 2017 ya alcanzan en algunos casos los 1.000 nits, nada mal para intentar competir con las QLED y superando a las LCD.

Por ello, la mejor opción son las OLED si no te importa el dinero ni que sus píxeles se desgasten y algunas partes queden marcadas con el tiempo. Si tu presupuesto es más ajustado, lo mejor es optar por una LCD, donde hay una gran variedad de modelos con buena calidad a buen precio. Si te puedes permitir ampliar el presupuesto con respecto a las LCD, las QLED son lo mejor y más completo que hay en el mercado en nivel de brillo y calidad de color, siendo la mejor opción para el contenido HDR.