Hoy hemos conocido todas las características técnicas de Project Scorpio, la sucesora de Xbox One, desde que Microsoft anunciara que estaba trabajando en la consola en el E3 de 2016. Gracias a todos los detalles técnicos que han sido desvelados, podemos hacernos una idea de dónde se situará Project Scorpio en términos de rendimiento con respecto a Xbox One, su predecesora, y PlayStation 4 Pro, su competidora directa durante los próximos años.

Para empezar, creemos conveniente recordar que Project Scorpio no va a sustituir a Xbox One S, sino que va a complementarla, al igual que PlayStation 4 Pro complementa a PlayStation 4 Slim. Los juegos que salgan al mercado seguirán funcionando tanto para Scorpio como para Xbox One, con la ventaja de que en Scorpio los juegos se verán mejor, con más resolución, e incluso con un mayor framerate. De momento, está confirmado que se buscará ofrecer el 4K como estándar, ofreciendo mejoras visuales incluso para los que jueguen a 1080p.

¿En qué mejora Project Scorpio a Xbox One?

Project Scorpio recupera uno de los puntos más importantes en las consolas: la optimización sin dejar de lado la potencia. Desde Microsoft afirman haber diseñado la consola pensando en cómo rinde el software en el hardware, y no al revés como suele hacerse. Gracias a esto, han podido identificar dónde suelen sufrir los juegos actuales cuellos de botella en Xbox One, y han optimizado y rediseñado el hardware para evitar eso.

A nivel de especificaciones, nos encontramos una CPU AMD Jaguar x86 modificada por Microsoft, con un total de 8 núcleos funcionando a 2,3 GHz. El procesador de Xbox One funcionaba a 1,75 GHz y estaba basado también en AMD Jaguar. Esto representa una frecuencia un 31% superior, que en rendimiento bruto puede ser incluso más. El chip SoC incluirá el procesador, la gráfica y algunos componentes más, e irá refrigerado por un disipador de vapor mejor que el de Xbox One.

Este procesador parece antiguo a primera vista, pero todos sabemos que los juegos actuales utilizan más recursos de la tarjeta gráfica que del procesador, por lo que no será realmente grave que no utilice un procesador mucho más potente basado en mejores arquitecturas como AMD Ryzen. El audio cuenta también con un chip dedicado para su procesamiento, llamado APB, con el fin de liberar algo de carga al procesador.

La tarjeta gráfica es probablemente el aspecto que más se ha mejorado con respecto a la Xbox One. El nuevo chip gráfico está basado en Polaris, y cuenta con 6 TFLOPs, 40 compute units hasta un total de 1172 MHz (frente a las 12 compute units a 853 MHz de Xbox One y a 914 en One S). Eso supone que a nivel de rendimiento la consola rondará el que ofrece la AMD RX 480, y será 4,5 veces superior a los 1,31 TFLOPs que ofrece Xbox One.

Con estas cifras, podemos ver que un juego en 4K tiene cuatro veces más resolución que uno en 1080p, por lo que se podría esperar que un juego 1080p en Xbox One rinda directamente en 4K en Scorpio sin problemas. El ancho de banda total será de 326 GB/s por los 204 GB/s de Xbox One (219 GB/s de Xbox One S). Además, la consola contará con soporte nativo para DirectX 12, lo cual mejorará el rendimiento de algunos juegos en el futuro.

Acercarse a una RX 480 supone que el rendimiento en 4K a 30 FPS en la mayoría de juegos puede estar garantizado. The Witcher 3 en una RX 480 en 4K al máximo funciona a 22 FPS, mientras que otros títulos rondan los 25-28 FPS. Por ello, retocando algún mínimo ajuste se pueden conseguir los 30 estables con una calidad similar a lo que encontramos en PC.

En cuanto a memoria, Microsoft ha pasado de usar 8 GB DDR3+ESRAM en Xbox One a hacer algo similar a lo que ocurre en Playstation 4 con memoria GDDR5. En total, Project Scorpio ofrece 12 GB GDDR5 que comparten procesador y tarjeta gráfica. 8 de esos GB están disponibles para los desarrolladores, mientras que 4 serán usados por el sistema (parte de ellos como una especie de memoria cache para cargar más rápido los juegos).

Los juegos de Xbox One funcionarán perfectamente en Project Scorpio con el mismo o mejor rendimiento que en la Xbox One original gracias a un modo Boost similar al que encontramos en PS4 Pro, pero que permitirá retocar más ajustes de calidad, pudiendo elegir mejor rendimiento o mejores gráficos, además de que la gran mayoría de juegos lanzarán parches para optimizar el juego a la nueva consola. A nivel de calidad gráfica, podemos esperar texturas con más resolución, mejor filtro anisotrópico, y nada de tearing al tener framerates más estables.

Optimizar los juegos de Xbox One para Scorpio será sencillo. Tech10, los desarrolladores de Forza Horizon 3, recibieron el kit de desarrollo de Scorpio, y en dos días ya portaron el motor del juego y pudieron ejecutarlo directamente sin problemas. El equipo ha distribuido una imagen del juego funcionando en 4K, con texturas 4K, y a 60 fps, usando sólo el 66% de GPU. Conforme se mejore la optimización se podrá mejorar aún más la calidad gráfica.

El disco duro ofrecerá también un 50% más de ancho de banda, lo cual ayudará a que los tiempos de carga sean más rápidos, aunque no tanto como en un SSD. Scorpio contará también con un lector de películas Blu-Ray 4K al igual que Xbox One S, mientras que PlayStation 4 Pro no lo tiene. Scorpio permitirá grabar partidas hasta 4K a 60 FPS con Xbox Game DVR en codec HEVC, que ocupa menos y consume menos recursos con un hardware adaptado a su codificación.

¿Cuál es mejor, Project Scorpio o PlayStation 4 Pro?

Mientras que la diferencia de rendimiento de PlayStation 4 y PlayStation 4 Pro es solo de 2,32 veces, Scorpio será 4,5 veces más potente que Xbox One, y a su vez, 1,42 veces más potente que PlayStation 4 Pro. Esto va a permitir a Scorpio ofrecer juegos con mejor resolución que la consola de Sony, teniendo Microsoft la ventaja durante los próximos años en los que estén compitiendo ambas consolas. Las cifras de rendimiento concuerdan con las compute units gráficas que tiene cada consola, teniendo PlayStation 4 Pro 36 cu a 911 MHz frente a las 40 a 1172 MHz (un 43% más).

Microsoft ha optado por equipar memoria GDDR5 en su consola para compartir entre sus componentes, de manera similar a lo que ocurre en las últimas consolas de Sony. A diferencia de lo que Sony ha hecho con PS4 Pro, que tiene 8 GB, Microsoft ha subido hasta un total de 12 GB, lo cual ayudará a los juegos a funcionar en 4K real al tener más memoria para gestionar mayor resolución, mientras que los juegos de Sony se quedan en un camino intermedio a resoluciones reescaladas del tipo 2880×1800, siendo la resolución 4K (3840×2160) 1,6 veces esa resolución, totalmente alcanzables si vemos la diferencia en el papel de ambas consolas.

A diferencia de lo que ocurre en PlayStation 4 Pro, Microsoft ha establecido como obligatorio que todos los juegos de Xbox One funcionen al menos a la misma resolución y framerate en Scorpio que en la versión original. Sony sólo estableció que la resolución debía ser mayor, y ya hemos visto que algunos de sus juegos rinden incluso peor en la versión Pro.

Project Scorpio y PlayStation 4 Pro van a competir cara a cara dentro de unos meses. Se espera que Scorpio salga al mercado antes de finales de año para aprovechar la campaña navideña. Su fecha oficial de lanzamiento, así como su precio y nombre final lo conoceremos en el próximo E3 de 2017.

Mientras que PlayStation 4 Pro es una versión potenciada prácticamente igual en diseño que PlayStation 4, Scorpio cambia aspectos de su diseño y su arquitectura con respecto a Xbox One, por lo que Microsoft ha tenido más libertad para potenciar el rendimiento de la consola. El precio final de la consola tampoco se conoce, pero podemos estimar en que no superará los 499 euros, y sería una grata sorpresa si Microsoft consigue alcanzar los 399 euros, ya que podría luchar de tú a tú con PlayStation 4 Pro en el mismo rango de precios.