La discusión se centra de nuevo en la lucha contra la piratería. Teniendo en cuenta las dimensiones del servicio de vídeos de los de Mountain View, parece lógico que la industria centre todas sus miradas en este. Youtube recibe miles de peticiones diarias para retirar contenido. Sin embargo, desde la primera parece que no están del todo contentos con el procedimiento y el resultado final obtenido.

Las principales productoras y discográficas creen que los responsables del servicio fallan de forma intencionada en el correcto control de los contenidos. Desde el servicio han querido salir al paso de estas críticas, indicando que resulta complicando realizar el control de todos los contenidos que están disponibles en el servicio y gestionar las miles de peticiones de retirada que se reciben cada día.

Hace no mucho se puso en funcionamiento el sistema conocido como Content ID. Para que todo el mundo sepa de qué estamos hablando, se trata de un función que permite identificar las pistas musicales utilizadas en los vídeos. De esta forma, en caso de que se produzca una violación de los derechos de autor. Esta herramienta permite que los creadores de las piezas musicales puedan tomar la decisión de bloquear o no el contenido y evitar que se saque un beneficio por ese contenido.

Sin embargo, como todo software existen algunas limitaciones o problemas asociados al funcionamiento del mismo. Es decir, modificando parámetros de las pistas musicales, el sistema no es capaz de detectarla y no lo cataloga como posible violación de los derechos de autor.

Desde Google indican que se trata de un sistema de un coste muy alto y que posee una eficacia bastante alta, superior al 60%. Pero la industria va mucho más allá en sus acusaciones, indicando que existen manuales incluso en el propio servicio para evitar que este sistema sea eficaz.

El control de velocidad de los contenidos de Youtube entre los señalados

Llegados a este punto, siempre hay que buscar señalar al culpable. Desde las discográficas y productoras parece que han encontrado la cabeza de turco en este caso. El servicio de vídeos permite modificar la velocidad de los vídeos. Esto repercute en el tempo de las pistas de audio. Este simple cambio, impide que el Content ID sea capaz de identificar el audio y catalogarlo.

Con respecto a los vídeos en los que se indica cómo realizar esto, aquí tenéis un claro ejemplo:

Obviamente, para la industria parece que la solución es la supresión de esta opción y que se mejore la eficacia de la función. Desde el servicio ya han advertido que por el momento no se plantean mejorar el funcionamiento Content ID y que creen que los resultados obtenidos son buenos.

Afirman que es cierto que se pueda apreciar cierto cuello de botella a la hora de gestionar las reclamaciones para la retirada de contenidos, pero teniendo en cuenta que son miles las recibidas cada día, el tiempo de respuesta es cierto que es mejorable, pero aceptable.

Muchos son los que creen que la discográficas y productoras han encontrado un filón con el servicio de vídeos, sobre todo a la hora de emitir peticiones. Lo que no hacen público son aquellas que se desechan por sobrepasar el límite, llegando incluso a considerarse como censura de contenidos.