AMD ha desvelado hoy los procesadores AMD Ryzen PRO. Estos chips son versiones mejoradas de los chips para particulares, pero adaptadas para uso empresarial con una gran variedad de ventajas, como un cifrado mucho más seguro. Estos chips nos han permitido también conocer nuevos detalles de los Ryzen 3, sobre los que sólo sabíamos unos pocos rumores.

AMD Ryzen PRO: los procesadores de AMD se hacen más seguros

Los procesadores Ryzen PRO son versiones adaptadas para negocios y empresas que requieren de unas prestaciones superiores para este tipo de procesadores. Una de ellas es la seguridad, para lo cual AMD los ha equipado con cifrado de memoria, Secure Boot, fTPM (firmware Trust Platform Module), cifrado AES, y soporte para todas las funciones de seguridad de Windows 10 Enterprise. Los Ryzen originales también contaban ya con fTPM y Secure Boot, por lo que las diferencias no parecen ser muy significativas.

Estos chips están destinados a empresas que usan Intel vPro, con funciones adicionales a nivel administrativo, de seguridad y de manejo de sistemas. La serie de procesadores PRO serán inicialmente seis modelos, los cuales contarán con las siguientes características:

Como vemos, los Ryzen 7 1800 y 1800X no tienen versión Pro, siendo el tope de la línea el Ryzen 7 Pro 1700X, con las mismas prestaciones que los chips originales. A diferencia de Intel, todas las gamas de Ryzen (7, 5 y 3) cuentan con equivalente para versión PRO, mientras que Intel no tiene i3 con vPro.

Ryzen Pro desvela nuevos detalles de Ryzen 3

Y es que AMD también ha desvelado nuevos detalles como podemos ver en la anterior tabla, sobre los Ryzen 3, de los que de momento se sabía bastante poco. Estos serán procesadores con cuatro núcleos y cuatro hilos, por lo que SMT, el equivalente al HyperThreading de Intel, no estará presente en estos modelos. Aun así, los Ryzen 3 tienen Turbo Boost, algo que los i3 no. Ambos modelos cuentan con cache L2 de 2MB y L3 de 8 MB.

La garantía de estos procesadores (al menos en Estados Unidos) será de 36 meses en lugar de los 12 a los que allí están acostumbrados los particulares. Además, cada modelo será fabricado durante al menos 24 meses, asegurando a las empresas que podrán estandarizarlos más fácilmente y saber que podrán comprar ordenadores idénticos durante actualizaciones incluso de varios años.

El único fallo con el que cuentan estos procesadores para el campo empresarial es la ausencia de tarjeta gráfica integrada, algo realmente necesario si se quiere tener ordenadores de bajo consumo, que ocupen poco espacio y sobre todo que sean baratos, teniendo todos los procesadores de Intel su propia iGPU. Si bien esto no supondrá un problema en para los Ryzen 7, que se equiparán para tareas de cálculo potentes con tarjetas gráficas dedicadas, con los Ryzen 5 y 3 sí que habrá que pensárselo dos veces.

De momento, los Ryzen PRO estarán disponibles en la segunda mitad de 2017, mientras que las versiones para portátiles llegarán en la primera mitad de 2018. A finales de 2017 también veremos chips Ryzen con tarjetas gráficas integradas, y probablemente AMD lance versiones equivalentes para empresas. Los Ryzen 3 para particulares se esperan para septiembre.