Ya transcurrieron dos meses desde el anuncio y es hora de asumirlo, los tiempos de Unity ya no volverán. Nunca ha sido mi favorito, pero hay que reconocer que el escritorio tenía sus partidarios, que ahora de muerto ya parecen legión.

Tengo la impresión de que muchos de ellos lloran por un ojo lo que pudo haber sido y no fue, mientras con el otro ya observan con curiosidad el futuro de la distro de Canonical, es decir a GNOME.

Hablamos del escritorio claro, donde –como habíamos previsto– los fork de Unity no terminan de avanzar. Y eso que empezaron bien, con su líder llamando estúpida e irresponsable a la comunidad a cuenta de un logo…si eso no motiva a la gente, yo ya no se…

Sorprendentemente en el móvil se siguen haciendo cosas interesantes con Ubuntu Touch. ¿Como? Pues de la mano de UBports, empeñados en mantener con vida el proyecto y que acaban de anunciar soporte para todos los dispositivos móviles vendidos con el sistema de Canonical, además de varias mejoras. Hay que seguir a estos tipos, porque parece que van en serio.

Pero volvamos al escritorio, desde hace unas horas ya podemos descargarnos una imagen diaria de Artful Aardvark 17.10.

Unas versiones en desarrollo (sustituyen a las antiguas alfas y betas) todavía con Unity por defecto, pero que en la primera actualización arranca un script que nos mete GNOME Shell, al tiempo que se desprende de unas cuantas cosas ya inútiles relacionadas con Unity. Aquí lo veis en plena faena:

Supongo que en unos días esta actualización ya vendrá de serie.

Como resultado me encuentro ahora con tres opciones en la pantalla de login de lightdm: Unity, GNOME (Xorg) y GNOME Wayland (además de la opción invitado, que tras unos problemas de seguridad parece que vuelve).

Solo consigo pasar de la pantalla de login con Unity (y eso que se supone que la actualización lo iba poco menos que a eliminar). Entonces recuerdo que GNOME se lleva mucho mejor con el gestor de sesiones GDM y tras unos malabarismos, aparece el ansiado escritorio:

Un GNOME poco personalizado, sin todavía nada de extensiones a la vista (tranquilos que llegarán), pero en donde si percibimos algunas cosas marca de la cosa, como es el tema (GTK+) Ambiance o el set de iconos Ubuntu-mono-dark. Ah! y los botones a la izquierda de la ventana, eso que no falte.

En cuanto a las aplicaciones, sin sorpresas: Firefox como navegador web, LibreOffice de suite ofimática, ImageMagick para la edición gráfica, Rhythmbox para la música, Transmission de cliente bittorrent y como reproductor de vídeos Totem. Como kernel viene la versión 4.10 de Linux y no podía faltar la herramienta de comprobación del sistema CheckBox.

Se echan de menos algunas cosas como la herramienta de retoques o el gestor de paquetes Synaptic (primera cosa que instalé), pero aún así no puedo evitar cierto placer al ver por fin un escritorio de Ubuntu con consistencia en las versiones de sus bibliotecas y aplicaciones, casi todo a GNOME 3.24, nada del aquelarre de ediciones anteriores.

Esto es solo un anticipo, seguro que la edición final de Ubuntu 17.10 será diferente y más bonita que esta que os acabo de mostrar, queda mucho trabajo por hacer antes de su lanzamiento.

Para los que no les guste GNOME y prefieran quedarse Unity, recordad que lo podréis seguir disfrutando hasta el año 2021 en Ubuntu 16.04 LTS.