Consiguen aumentar hasta un 15% el rendimiento de cualquier SSD
Tener un SSD presenta una grandísima serie de ventajas con respecto a un disco duro: son más rápidos, son más pequeños, consumen menos energía, y encima no hacen ruido cuando escribimos o leemos información en ellos. Ahora, además, se pueden hacer un 15% más rápidos.
Más rendimiento en cualquier SSD
Eso es lo que han conseguido dos investigadores en la Universidad Yonsei de Cora del Sur, diseñando un sistema que aumenta en un 15% el rendimiento de cualquier SSD de los que se venden en el mercado (incluyendo probablemente el que tienes en tu PC).
La mayoría de SSD actuales están formados por varios chips de memoria que transmiten información entre sí, los cuales se comunican con el ordenador como si fueran un único dispositivo. Todas las peticiones de lectura y escritura de información en la unidad de estado sólido son gestionadas por el “Input/Output (I/O) scheduler”, el cual las organiza y prioriza.
Con este método, lo que se busca es minimizar el tiempo en el que se realizan las peticiones, dar a cada proceso una parte del ancho de banda de la unidad, y garantizar que determinadas tareas se van a acabar en un tiempo establecido.
Sistema DLBQ: así se puede escribir y leer más rápido en un SSD
El problema de hacer esto es que múltiples peticiones de I/O puede hacer que varios chips de la unidad compitan entre sí y se acaben saturando, lo cual es descrito por los investigadores como “una pérdida significativa de rendimiento”.
Por ello, la solución que aplican los dos investigadores surcoreanos, llamados Myung Hyun Jo y Won Woo Ro, cambia la forma en la que se gestionan estas peticiones. El sistema que han creado ha sido bautizado como DLBQ (Dynamic Load Balanced Queuing, o listado equilibrado de carga dinámica). DLBQ cambia el diseño del I/O scheduler a uno que cambia el orden de las peticiones de escritura y lectura, y lo distribuye equitativamente el acceso a los chips de memoria flash para evitar conflictos.
Para comprobar si realmente mejoraba el rendimiento, los investigadores utilizaron diversos benchmarks, y comprobaron que el rendimiento de un SSD de 128 GB aumentaba un 11%, y uno de 256 GB aumentaba un 15%, pudiendo aumentar incluso más en los SSD de mayor capacidad, ya que éstos cuentan con más chips de memoria en su interior. Además, se consiguió disminuir también la latencia de acceso a la información.
Via: www.adslzone.net