Anoche, Xbox One X se hizo oficial como la videoconsola más potente que encontraremos en el mercado, y al mismo tiempo la Xbox más pequeña en la historia de la compañía de Redmond. Es evidente que se trata de una respuesta a PlayStation 4 Pro en términos de rendimiento, y un escalón por encima de su Xbox One S que, al menos por el momento, se mantendrá en el catálogo de Microsoft. Pero ¿cómo queda esta nueva Xbox One X frente a PS4 Pro, PS4 Slim y Xbox One S? Las comparamos todas ellas.

Xbox One X es la videoconsola más potente de todas

Microsoft tenía razón: Xbox One X es la videoconsola más potente, y supera en rendimiento a todas las demás opciones gracias a varios puntos. En primer lugar, por su CPU AMD octacore a 2,4 GHz como frecuencia máxima de reloj. PlayStation 4 Pro queda cerca con sus ocho núcleos –también-, pero una frecuencia de reloj que baja hasta los 2,1 GHz como máxima. Por su parte, Xbox One S y PlayStation 4 Slim quedan todavía algo más por debajo con 1,75 y 1,6 GHz, respectivamente. La menos potente de todas, actualmente, es la versión ‘slim’ de PlayStation 4.

Pero ¿y en el apartado gráfico? Aquí la menos destacable es Xbox One S con 1,4 Teraflops que se extraen de su CPU de 12 CUDA, con PS4 Slim por encima con 18 CUDA a una frecuencia de reloj más baja para el chip de su GPU, pero consiguiendo un rendimiento de 1,84 Teraflops. Muy por encima está PlayStation 4 Pro con 4,12 Teraflops gracias a su GPU de 36 CUDA y 911 MHz, y aún por encima queda Xbox One X con 40 CUDA y a 1.172 GHz como frecuencia de reloj consiguiendo nada menos que 6 Teraflops. A modo de referencia, una GTX 1080 ronda los 11 Teraflops, pero costando casi el doble que la Xbox One X… al completo.

Si revisamos la memoria encontraremos lo mismo, la Xbox One X supera al resto de opciones con creces. Cuenta con 1 GB GDDR5 mientras que las demás no superan los 8 GB en formato GDDR5 en el caso de PS4 Pro y PS4 Slim, y en formato DDR3 en el caso de Xbox One S. El resto de diferencias técnicas están en el ancho de banda, significativamente superior en el caso de Xbox One X, e incluso en la unidad de lectura. Xbox One X y Xbox One S cuentan con una unidad 4K HDR Blu-Ray, y las PlayStation 4 una unidad Blu-Ray DVD.

Pero ¿en qué afectan estas diferencias a los usuarios?

Las opciones por almacenamiento interno son exactamente las mismas. Xbox One X y PlayStation 4 comparten la memoria de 1 TB, con discos duros a 5.400 rpm, mientras que PlayStation 4 Slim y Xbox One S dan opciones de 500 GB ó 1 TB de almacenamiento interno, con discos duros también que funcionan a 5.400 rpm. Ninguna de ellas cuenta con una unidad a 7.200 rpm y sus ventajas en el rendimiento. Y sí se diferencian, por otro lado, en sus dimensiones. Microsoft presumía de haber lanzado la Xbox One más pequeña de la historia, pero PS4 Slim es la más pequeña de todas ellas.

Las diferencias que comentábamos antes, además de al bolsillo, por la diferencia de precio entre las Xbox One S y PS4 Slim frente a PS4 Pro y especialmente Xbox One X, se notan en el apartado gráfico. El mayor rendimiento por parte de Xbox One X y PS4 Pro garantiza una mayor y más estable tasa de frames en videojuegos exigentes. Pero además, en Xbox One X contamos con resolución 4K nativa y con HDR. PS4 Pro es más similar a Xbox One S, que ofrece resolución 4K para los videojuegos, pero a través del escalado.