Es complicado dejar el hábito –o la adicción-, pero dejar de fumar con un cigarrillo electrónico puede ayudarnos. Estos dispositivos electrónicos cuentan con una resistencia que calienta un algodón, impregnado de un líquido especial –con nicotina, o no- para crear vapor. Por eso se llama vapear, y no fumar. Sea como fuere, hablamos de dispositivos tecnológicos y, curiosamente, para ellos también hay virus que pueden acabar afectando a nuestro PC al conectarlo por USB.

Dentro del ‘mundo’ del cigarrillo electrónico hay muchos, pero muchos tipos. Los que nos ocupan son los ‘mods electrónicos’, que cuentan con un sistema electrónico para controlar el vataje que se entrega a la resistencia que comentábamos anteriormente, así como para identificar los ohmios, la resistencia eléctrica de la misma, regulando también el voltaje máximo para que no sufran las baterías. Pues bien, todo esto va controlado por un software, un pequeño firmware. Y el ‘mod’, para cargarlo, se puede conectar al USB del PC. En todo esto, podrían ‘colarnos’ un malware en la minúscula memoria del cigarrillo electrónico e infectar nuestro PC.

Los cigarrillos electrónicos también pueden cargarse de virus para atacar tu PC

En todo esto, que viene de un ‘experimento’ en una conferencia de expertos en seguridad informática, hay que poner algunos matices. No afecta a todos los cigarrillos electrónicos, sino tan solo a los de vataje variable –los mods electrónicos-, y no a los mecánicos o los más simples. Por otro lado, sí, se puede cargar por USB, pero lo más recomendable es utilizar un cargador de baterías para mantener siempre la misma carga en todas ellas –suelen ser dos, tres o incluso cuatro- y aumentar la vida útil y la autonomía de las mismas.

Y más allá de esto, actualmente el mercado es reducido –relativamente- para este tipo de dispositivos. Es decir, que no es un nicho especialmente interesante para los ‘ciberdelincuentes’. Sea como fuere, sí, teóricamente existe el riesgo de infección de este tipo de dispositivos, de una forma muy similar a la de un pendrive. Ahora bien, de ahí a que los atacantes vayan a explotar la ‘ventana’, lo cierto es que hay un importante camino.