Viajar a Estados Unidos se ha tornado algo más complicado de lo que debiera en los últimos meses tras la llegada de Trump al gobierno. Primero intentaron prohibir el uso de tablets y portátiles en vuelos dirigidos al país (aunque finalmente esto va a desaparecer), así como pueden revisar las redes sociales de quienes quieran un visado para el país.

Pueden retener nuestro móvil, pero no estamos obligados a desbloquearlo

Además de esto, cualquier agente de aduanas puede revisar nuestros dispositivos físicos y solicitarlos, y sin necesidad de nuestro consentimiento y sin ninguna orden judicial. Aunque pueden retener y requisar nuestro móvil, lo que no pueden en ningún momento es obligarnos a desbloquearlo si lo tenemos protegido con PIN, contraseña, huella digital o cualquier otro tipo de protección.

A pesar de ello, según ha comentado la Oficina de Aduanas al Senado de Estados Unidos, lo que no tienen autoridad para hacer es analizar los datos que tengamos almacenados en diversos servicios en la nube. Lo curioso del asunto es que sí tienen autoridad para revisar la información que esté almacenada dentro de un dispositivo físico que salga o entre del país y sean transportados por el viajero, pero no la tienen para revisar información que está localizada en servidores remotos.

Entre los motivos de seguridad para analizar los dispositivos de los viajeros, se encuentra la posibilidad de que se esté introduciendo material ilegal al país de contrabando, como pornografía infantil, información que pueda mostrar signos de inadmisibilidad para la entrada al país, o información que pueda suponer una amenaza para la seguridad del país.

Los escaneos a viajeros se han incrementado en el último año

Aunque no se conocen datos exactos de cuántos dispositivos se analizan anualmente en las fronteras, la American Civil Liberties Union obtuvo estadísticas que sugerían que al 1% de los viajeros que entran al país se les realizan escaneos adicionales. Estos registros se habrían llegado incluso a quintuplicar en los últimos meses.

Con respecto a los ciudadanos estadounidenses, en abril se aprobó una ley que impedía a los agentes acceder su un móvil, portátil o red social, incluyendo también a los residentes permanentes. Para hacerlo, necesitarían una orden judicial.

De momento, la administración de Trump quiere que se obtengan más datos de los pasajeros extranjeros que quieran obtener un visado para entrar a Estados Unidos, requiriendo que incluso todos los países le den todos los datos que soliciten de aplicantes para visados, entre lo que se encuentra datos biográficos o biométricos. Los países que no cumplan con esta nueva normal en 50 días podrían sufrir sanciones a la hora de viajar.