Los agentes secretos ya no son como James Bond, sino que son hackers y traductores
Cuando pensamos en un agente secreto, lo primero que se nos viene a la cabeza es James Bond, con la cara del actor que creemos que mejor ha representado al personaje. Mientras que los agentes de campo siguen existiendo, los que más se demandan en la actualidad son muy diferentes.
Expertos en telecomunicaciones, matemáticas y criptografía, los más demandados
Uno de los ejemplos más claros los tenemos en la nueva oferta de empleo que la DGSE (Dirección General de Seguridad Exterior) francesa acaba de publicar. Con el objetivo de luchar contra el terrorismo islamista, en lugar de contratar a agentes que se infiltren, lo que más se demandan son hackers y expertos en idiomas, pues el espionaje ha cambiado mucho en los últimos años.
Aunque normalmente este reclutamiento se hacía en secreto con los agentes de campo, la presión que tiene ahora mismo el país para luchar contra sus amenazas es muy grande. Entre los puestos demandados se encuentran todo tipo de profesionales relacionados con las telecomunicaciones, IT, matemáticos especializados en criptografía, o expertos en programación. Al almacenarse toda la información en medios y soportes digitales, para poder obtener lo que se quiera de un enemigo simplemente es necesario vulnerar su seguridad.
El número de puestos de trabajo ofertados será de entre 500 y 600 de manera anual, para alcanzar los 7.100 en el año 2019. El principal problema al que se enfrentan las agencias de espionaje (también las americanas) es que tienen que ofrecer sueldos competitivos para reclutar a los mejores, ya que éstos prefieren irse normalmente a empresas privadas, donde se gana más dinero.
A la alta demanda de estos expertos se une que hay pocos con la formación necesaria, lo que ha llevado a que las agencias no puedan quedarse de brazos cruzados esperando a que esa gente llame a sus puertas, teniendo que hacer público que están demandando a personas (sobre todo jóvenes) que encajen en esos perfiles
Estos espías son necesarios porque, como hemos visto, se ha añadido una nueva amenaza a los ataques físicos: los cibernéticos. La propia NSA hackeó una central nuclear en Irán con Stuxnet, y recientemente vimos cómo alguien intentaba tomar el control de una central eléctrica en Ucrania.
Traductores y expertos en lenguas, muy demandados y escasos
En cuanto a los traductores y expertos en idiomas, su escasez también es alarmante. Los más escasos y los que más se demandan son aquellos que sean expertos en árabe, farsi, chino y ruso, cuyo protagonismo no para de aumentar a nivel mundial, sobre todo de los últimos, que se dice que han llegado a influir en las elecciones americanas. Así, el dominio militar a nivel mundial de Estados Unidos va en detrimento, unido también a su caída en cuanto a superordenadores se refiere.
Y si ya de por sí es difícil encontrar expertos en esos idiomas, con los dialectos africanos que utilizan algunos sospechosos de terrorismo el problema es aún mayor, con lenguas como las tuareg, una mezcla de dialectos del bereber, con diferencias que las hacen ininteligibles unas de otras. Entre los dialectos touareg más demandados estaba el tamasheq, hablado sobre todo en Mali.
Via: www.adslzone.net