Tener nuestro equipo protegido frente amenazas es importante. Para ello existen numerosos tipos de software orientados a defendernos de posibles ataques. Cada uno de ellos puede estar centrado en uno diferente. En este artículo vamos a hablar de un firewall, qué son y el porqué es importante tener uno instalado en nuestro equipo. Vamos a analizar sus características principales.

Qué es un firewall

Lo primero que vamos a hablar es qué es exactamente un firewall. En español su nombre es cortafuegos y básicamente actúa como una pared entre Internet y nuestro equipo. Nos permite filtrar el tráfico que entra en nuestros dispositivos a través de la red.

Podremos crear listas blancas de qué aplicaciones pueden utilizar la red y enviar y recibir datos, por ejemplo.

Hay que añadir que un firewall puede ser un software, que es el programa que podemos instalar en nuestro dispositivo, o un hardware, que es un aparato que se conecta entre la red y el equipo. También puede ser un programa instalado en el propio router y que actúa como cortafuegos.

Cómo actúa

Un sistema firewall tiene una serie de reglas definidas y es así su forma de funcionar. Puede autorizar o bloquear una conexión, según lo tengamos configurado. También puede redireccionar la misma.

Por ejemplo podríamos permitir únicamente que se autoricen las conexiones que tengamos configuradas previamente y bloqueando el resto. Con esto nos aseguraríamos tener nuestro equipo seguro, pero debemos de definir con precisión qué queremos autorizar para que no suframos problemas.

Básicamente podríamos decir que su utilidad es la de proteger nuestro equipo de posibles intrusos que puedan conectarse y robarnos datos personales, información, etc. Es por ello que su función es la de preservar nuestra seguridad y privacidad, proteger nuestra red y mantener a salvo la información guardada en el equipo.

También nos protege frente a posibles usuarios no deseados que puedan acceder a nuestra red o equipo. Además evita posibles ataques de denegación de servicios.

Un firewall bien configurado nos podría defender ante ataques IP address Spoofing o ataques source routing, por ejemplo.

Si no disponemos de un firewall, aunque tengamos un antivirus bien configurado y de calidad, dejaríamos siempre una puerta abierta a posibles amenazas. Es por ello que es un buen complemento a nuestros programas de seguridad.

Configurable

Nosotros le damos las reglas básicas al firewall. Si el tráfico cumple con las reglas que se han configurado, podría entrar o salir. Si por el contrario no cumple con las normas que hemos establecido, quedaría bloqueado sin llegar a su destino.

Podemos, por tanto, filtrar direcciones, administrar los accesos a los usuarios que queramos o no que se conecten, hacer un filtrado de protocolo (por ejemplo que sólo se conecte a páginas https), controlar el número de conexiones que se realizan desde un mismo punto, controlar qué aplicaciones pueden conectarse a la red y las que no, etc.

Sin embargo un firewall tiene sus limitaciones. Nos puede proteger frente a amenazas de Internet, pero por ejemplo no podría evitar que alguien introduzca un USB en nuestro equipo y robe información.