Europa advierte: los relojes con GPS para niños son fácilmente hackeables
Gracias a la tecnología, podemos controlar mejor la seguridad de los niños. Una de las mayores utilidades las encontramos en los smartwatches con GPS, que permiten conocer en todo momento dónde se encuentran. El problema es que estos relojes inteligentes no son tan seguros como parecen.
Los relojes inteligentes para niños son fáciles de hackear, según la Unión Europea
Según un informe de la Organización Europea de Consumidores (BEUC), algunos relojes inteligentes para niños con GPS podrían ser fácilmente hackeables, pudiendo no sólo leer la información sino tomar el control del mismo para falsearla. Mientras que los ordenadores y los móviles tienen sus correspondientes firewalls y métodos de seguridad actualizados, algunos smartwatches no están tan al día en seguridad.
La organización culpa también a los fabricantes de estos dispositivos por violar la ley de protección de datos de la Unión Europea por no especificar los riesgos de seguridad que puede suponer usar uno de estos dispositivos en sus términos y condiciones de uso.
Lo realmente grave del asunto es que los padres normalmente compran este tipo de dispositivos para que sus hijos estén más seguros, gracias a conocer dónde se encuentran en todo momento. Sin embargo, sus vulnerabilidades causan el efecto contrario, volviéndolos más vulnerables ante posibles atacantes.
Entre las marcas analizadas se encuentran productos de Gator 2, Tinitell, Viksfjord y Xplora, los cuales se venden tanto en Europa como en Estados Unidos. De ellas, sólo los de Tinitell resistieron las pruebas, no encontrándose en ellos ninguna vulnerabilidad. El consejo noruego informó de ellos a las compañías, y alertó a las autoridades para implementar políticas de privacidad más severas. Viksfjord afirmó que ya había resuelto el problema un mes antes de la publicación del informe, mientras que Xplora y Gator 2 no han dicho nada al respecto.
Tu red es tan segura como la seguridad del dispositivo más inseguro de tu casa
Este problema no sólo afecta a los relojes inteligentes, sino básicamente a cualquier juguete que tenga conexión a Internet. Un oso de peluche con cámara y micrófono puede grabar a los niños y poner esas imágenes a disposición de cualquier ávido hacker. La BEUC encontró otras violaciones en la ley de protección de datos en otros juguetes y dispositivos, sobre los cuales no se han pronunciado. El FBI alertó en julio que se deben evitar los juguetes para niños que tengan conexión a Internet.
Mientras que la seguridad de los principales dispositivos que utilizamos en el hogar, como el ordenador o el móvil, se actualizan constantemente, hay otros que no reciben esas actualizaciones y son prácticamente vulnerables desde que los compramos. Entre ellos, encontramos cámaras de seguridad chinas por 10 o 15 euros, las cuales están conectadas a nuestra red WiFi y pueden generarnos bastantes problemas, como el famoso ataque DDoS con la botnet Mirai.
Como solución a estos problemas, es necesario analizar al milímetro la seguridad de estos productos y que éstos reciban actualizaciones de seguridad. Para ello, es necesaria predisposición por parte de los fabricantes, los cuales no suelen tomarse tan en serio esto como grandes compañías como Microsoft, Google o Apple.
Via: www.adslzone.net