Aún no hace ni siquiera dos semanas desde que la más reciente actualización importante para Windows 10, la Fall Creators Update, se puso a disposición de todo el mundo tras el lanzamiento hace unos meses de la llamada Creators Update.

Con estas grandes actualizaciones lo que la firma de Redmond pretende, entre otras cosas, es llamar la atención de los muchos usuarios que aún utilizan versiones más antiguas del sistema para que, gracias a las novedades a todos los niveles que se van implementando, finalmente se decidan a migrar a Windows 10. A pesar de todos los esfuerzos llevados a cabo por la propia compañía, aún son muchos los que prefieren seguir usando a día de hoy Windows 7, todo ello aunque Microsoft asegure que la seguridad proporcionada en esta versión es mucho menor.

Pues bien, pocos días después de la puesta en marcha oficial, eso sí de manera escalonada para todo el mundo, de la Fall Creators, esta ya se encuentra funcionando en más de un 5% del total de equipos en todo el mundo que lo hacen con este sistema operativo. Aunque pueda parecer una cifra un tanto baja, si tenemos en cuenta los pocos días que lleva entre nosotros y si la comparamos con lo sucedido en el pasado en casos similares con otras actualizaciones, Microsoft debería estar satisfecha.

La Fall Creators de Windows 10 se extiende a buen ritmo

Sirva como ejemplo que la instalación de la Fall Creators por el momento se está llevando a cabo a un ritmo bastante superior a lo que sucedió en su momento con su más inmediata predecesora, la Creators Update, lo que se podría considerar como un éxito.

Hay que tener en cuenta que el lanzamiento paulatino que se hace de estas nuevas versiones, se hace de esta manera para que la firma tenga la oportunidad de ir corrigiendo los errores, fundamentalmente de compatibilidad, que se van detectando a medida que la nueva versión va llegando a los clientes.

Sin embargo para muchos, una de las principales razones de que la última versión tenga un crecimiento más ágil que el de sus predecesoras, se centra precisamente en este hecho. Y es que la firma con sede en Redmond parece que va aprendiendo de sus errores en el pasado, por lo que la cantidad de fallos que se detectaron en actualizaciones anteriores está siendo, al menos por el momento, mucho menor en la implementación de esta última versión del sistema. De ahí precisamente que su llegada a los equipos de todo el mundo se esté produciendo de una manera más rápida a la vez que satisfactoria para la mayoría.

Eso sí, errores y problemas de funcionamiento o instalación, casi siempre derivados por la compatibilidad con componentes hardware u otras herramientas software, los hay, y los seguirá habiendo, eso es casi inevitable, aunque parece que el número de estos se va reduciendo a medida que se lanzan nuevas y más avanzadas actualizaciones.