Los juguetes electrónicos se han encontrado con problemas en diferentes países y por diferentes motivos. Más que los juguetes electrónicos, específicamente los juguetes conectados. Entre todos ellos, que cada vez son más, están los relojes inteligentes diseñados específicamente para los más pequeños de la casa. Estos son los que han sido prohibidos en Alemania. Y además, los organismos reguladores han pedido a sus padres que los destruyan.

El organismo regulador de las telecomunicaciones en Alemania ha prohibido en el país los relojes inteligentes para niños, y además ha instado a los padres a que destruyanlos ya comprados. Y es que, según ha encontrado la agencia, diferentes modelos de este tipo de dispositivos pueden ser ‘hackeados’ en contra de la privacidad e intimidad de los niños y su entorno. Explican que se puede acceder al micrófono de forma remota para espiar no sólo a los niños, sino también a quienes les rodean; grabar conversaciones, por ejemplo, es una de las múltiples tareas que puede ejecutar un atacante por la baja seguridad de estos dispositivos.

Los smartwatch para niños desaparecen en Alemania por su nula protección

En Alemania, grabar conversaciones sin el permiso de todas las personas involucradas es ilegal, y la agencia dirigida por Jochen Homann encontró en una investigación del organismo regulador que los padres los estaban usando para escuchar a los profesores de sus hijos, mientras están en clase. Pero esta no es la única forma en que se puede violar la privacidad de las personas con los relojes inteligentes para niños, ni el único motivo por el que el organismo regulador alemán ha decidido prohibirlos en Alemania.

Es una acción sin precedentes en la que, además, se ha solicitado a los padres que destruyan estos dispositivos en caso de que tengan ya alguno en propiedad. Ya a comienzos de año, la agencia alemana alertó de que una muñeca inteligente con WiFi podía ser comprometida. Con la vulnerabilidad de esta muñeca, sobre la que alertaban, un atacante no sólo podría escuchar a sus hijos sino también comunicarse con ellos directamente. Así que este tipo de problemas no son nuevos, pero sí son cada vez más frecuentes, y los organismos reguladores están empezando a tomar medidas.