El FBI queda en evidencia por el caso de la masacre ocurrida en Texas
Después de todo el revuelo que hubo en torno al iPhone 5c de Syed Farook, de nuevo una unidad de los conocidos smartphones de Apple vuelve estar implicada en otro crimen, en este caso la masacre que llevó a cabo Devin P. Kelley en Texas el pasado 5 de octubre, dejando 26 víctimas mortales y otras 20 heridas.
Debido al caso de San Bernardino, las relaciones entre el FBI y Apple son más que tensas, y posiblemente por eso la agencia decidió antes de ayer realizar unas declaraciones en las cuales culpaba a la multinacional sin citarla, mencionando los supuestos problemas que les estaba ocasionando, una vez más, el cifrado incorporado en los iPhones a la hora de poder llevar una investigación a fondo. “Las fuerzas de la ley cada vez son más incapaces de acceder a estos teléfonos”, dijo el agente Christopher Combs, “puedo asegurar que están trabajando muy duro para acceder al teléfono”, continuó.
FBI official, citing encryption tech, says federal agents have not been able to access the Texas shooter’s phone https://t.co/CacbcOGFxq
— NBC News (@NBCNews) 7 de noviembre de 2017
Sin embargo, parece que el FBI no fue del todo honesta en sus declaraciones, ya que según publica Reuters, la agencia no habría pedido formalmente asistencia a Apple en las primeras 48 horas tras suceder la masacre. Ese periodo de tiempo es crítico debido a que es lo que tarda un iPhone con TouchID en activar la función de seguridad mediante código de acceso, impidiendo el uso de la huella dactilar. Esto no se puede confirmar porque no se conoce todavía el modelo exacto que poseía Devin P. Kelley, pero en caso de soportar TouchID, el FBI habría perdido una oportunidad de oro para poder recuperar los datos de forma fácil.
Por otro lado, tras conocerse las declaraciones del agente Combs, Apple publicó un comunicado diciendo que están dispuestos a ofrecer asistencia al FBI en “respuesta a cualquier proceso legal que nos envíen”, habiendo sido BuzzFeed quien recogió la información y siendo reconocida luego por la propia agencia según The Washington Post.
El transcurso de los acontecimientos ha dejado en mal lugar al FBI, que aparentemente pudo haber actuado con más diligencia. Por otro lado, son ya muchas las voces que acusan a la agencia de haber jugado con los tiempos para intentar fabricar una campaña en favor del debilitamiento del cifrado, lo que podría terminar poniéndola en un mal lugar frente a muchos colectivos defensores de la privacidad.
Aunque el FBI pudo desbloquear el iPhone de Syed Farook, todavía no tiene ningún método definitivo que pueda aplicarse a todos los modelos, lo que habría motivado su falta de diligencia a la hora de actuar en el caso de la masacre de Texas. Sin embargo, esa misma actitud ha podido poner muchos más obstáculos de los que había durante las primeras 48 horas tras los dramáticos acontecimientos.
Fuente: The Verge
Via: www.muyseguridad.net