En Reino Unido se está librando una de las mayores batallas legales a nivel internacional en contra de los dispositivos Kodi ‘preparados’. El Gobierno ha mostrado en varias ocasiones su preocupación contra los que califica como ‘dispositivos para transmisiones ilícitas’, y esta semana la Oficina de Propiedad Intelectual ha hecho públicas las directrices oficiales al respecto. En esta documentación se detalla qué es lo que hace ilegales a estos dispositivos, y en base a qué deben ser retirados inmediatamente determinados modelos.

El problema con que se encuentran los organismos legales, con respecto a la disponibilidad de estos dispositivos, es que el dispositivo en sí no es ilegal. El software Kodi se puede instalar en una amplia variedad de hardware como Raspberry Pi, o set-top-box con sistema operativo Android. Así que, según ha establecido la Oficina de Propiedad Intelectual, las cajas Kodi se consideran ilegales tan pronto como sirven para el consumo de programas de televisión, películas o emisiones deportivas sin la suscripción que corresponde, en caso de que corresponda. Estas cajas ‘privan a la industria creativa de Reino Unido de los ingresos que servirían para bfinanciar nuevos contenidos’.

Es ‘peligroso para los usuarios’, y Reino Unido considera ilegales estas ‘cajas Kodi’

El organismo de Reino Unido recuerda que son peligrosos e inseguros los dispositivos de este segmento enviados desde fuera de la Unión Europea, porque no cumplen los estándares de seguridad requeridos implicando, por ejemplo, un riesgo de incendio en el hogar de sus usuarios. La Oficina de Propiedad Intelectual de Reino Unido establece que Kodi, el software en cuestión, no tiene vinculación directa con la responsabilidad de los delitos que se cometen a través del software y el hardware con que es compatible. Pero sí señala que los vendedores y desarrolladores están usando software legal para la distribución de dispositivos ilegales.

Así que, según lo establecido por la Oficina de Propiedad Intelecual, conocer si una caja Kodi es ilegal, o no, es tan sencillo como comprobar si nos permite el acceso gratis a contenidos de pago. Y esto puede incluir contenidos de diversos tipos como eventos deportivos, películas que están de estreno en cine, o series distribuidas a través de una plataforma de pago. Y contra todos estos, en Reino Unido ya se están tomando las acciones legales pertinentes.