Gracias mamá.

Mi madre nació en otro mundo. Nació en otra época. En el mismo país que yo, pero en un mundo distinto. Un mundo que a los ojos de muchos de hoy sería imposible. Un mundo que por desgracia aún persiste escondido bajo una pátina de buenas palabras. Un mundo injusto en el que hombres y mujeres no se merecen las mismas oportunidades. Un mundo que hay que seguir empequeñeciendo.

Figura 1: Gracias mamá.

Mi madre no podía trabajar, porque no iba a atender a sus hijos. Mi madre no podía sacarse el carné de conducir porque eso solo lo hacían las mujeres que no que cuidaban de su familia. Mi madre tenía que tener la casa impoluta, porque para eso estaba todo el día sin hacer nada en casa. Mi madre tenía que explicar cómo se gastaba todo el dinero, tenía que llevar a sus hijos limpios y cocinar comidas sabrosas, que si no recibía el desprecio porque la comida no estaba rica.

Mi madre tenía que sufrir una revisión de lo que se ponía para vestir y cómo se pintaba o arreglaba. Mi madre tenía que defenderme por que llevara el pelo largo. Mi madre tenía que dar explicaciones con quién se juntaba ella para hablar. Mi madre no podía irse a tomar un café con quién quisiera a una cafetería. Mi madre tenía que estar en casa para atender llamadas de teléfono que se producían sin que nadie contestara al otro lado. 

Mi madre, sin embargo, decidió ser fuerte y luchar. Decidió aguantar y luchar hasta que nosotros pudiéramos luchar por nosotros mismos. Hasta que fuéramos fuertes. Mi madre me educó en igualdad. Me educó para que aprendiera a hacer mis tareas "no productivas", como definen algunos. A que me hiciera la cama y recogiera mi pequeña habitación antes de irme a la universidad. A que hiciera la compra. A que sacara a mi perro todos los días. A que fuera independiente en mi vida. A que querer, significa cuidar y ayudar, y no prohibir y encerrar.

Mi madre no había tenido muchas oportunidades para rendirse. Estuvo interna en un colegio con las monjas, y de ahí vino a Madrid a servir interna. Y de ahí se fue a "servir" interna a un matrimonio en el que ella pagó la entrada de la casa con sus ahorros. La vida no le proporcionó muchos respaldos para relajarse y dejar de luchar. 

Nos tuvo a mi hermano y a mí, y cuando vio que las cosas pintaban en bastos decidió no rendirse. Luchó y se puso un DIU, porque veía que tener 2 niños en quince meses era solo el principio. Luchó, y se operó. Y lo cuidó como su tabla de salvación. 

Mi madre decidió no rendirse y ponerse a trabajar para ayudar a la casa. Mi madre decidió tener siempre un poco de dinero escondido para cuando la familia lo necesitó. Para cuando yo o mi hermano necesitamos ayuda en nuestra madurez temprana. Mi madre decidió sacarse el carné de conducir a costa de discusiones, broncas y consecuencias tremendas. Pero se lo sacó.

Mi madre decidió luchar. Decidió que su venganza sería dar al mundo dos hombres que verían a las mujeres de otra forma. Dos hombres que fueron educados con frases machaconas del tipo "Si otros pueden tú también hijo". Nunca nos dejó que hubiera un techo de cristal para nosotros. "Nadie nace sabiendo hijo, estudia y lo aprenderás". Frases para que no tuviéramos miedo a nadie, y que no tratáramos a nadie como superior o inferior. "Nadie es mejor que nadie. Y su "venganza" se completó. 

No por lo que hizo con su vida de luchadora. No porque inculcara en sus dos hijos esa visión. Sino porque el destino la recompensó con tres nietas. Con tres nietas que apoyarán su lucha. Tres nietas a las que machaca con las mismas frases a cada ratito. Con tres nietas que no van a dejar que las prohiban sacarse un carné de conducir, trabajar en lo que quieran o vestir como quieran. Que no van a dejar que las digan que una colección de cromos de fútbol es solo para niños, o que las niñas no pueden ser astronautas. Tres nietas que cuentan con dos hombres educados por ti para proteger tu lucha en ellas.


Mi madre lucho. Y sigue luchando. Me sigue cuidando. Me sigue ayudando. Soy su hijo, y seré su hijo siempre. Mi madre se arregló, y vino a ayudarme a hacer los vídeos de Movistar Home hace poco. Mi madre, que me sigue llamando Josemari cariño, me educó con su ejemplo en cosas que yo transmitiré a mis hijas. 

A mi madre y a todas las madres que han sido como la mía, os doy las gracias en nombre de mis hijas, pues gracias a que decidisteis no rendiros, mis hijas tendrán un mundo distinto. Un mundo, que tenemos que seguir mejorando para que el mundo que vivisteis nuestras madres no vuelva jamás. Gracias mamá.

Saludos Malignos!

Via: www.elladodelmal.com
Gracias mamá. Gracias mamá. Reviewed by Zion3R on 4:00 Rating: 5