La semana pasada os contábamos que el fin del roaming no ha supuesto una ruina para los operadores, pese a las reticencias iniciales de estos. Sin embargo, también acabamos de conocer que, pese a que tenemos roaming gratis en Europa desde junio de 2017, no disfrutamos de la misma velocidad que cuando navegamos con el móvil en nuestro país. Os damos todas las claves del estudio que pone esta diferencia de velocidad de manifiesto.

Después de mucho tiempo, el pasado verano fue el primero que pudimos disfrutar del roaming gratis en Europa tras la eliminación de estos inexplicables costes adicionales que terminaban disparando la factura hasta límites impensables. Sin embargo, no todo son buenas noticias y, como muchos temían, estamos realizando concesiones a la hora de tener este servicio en otro país diferente al de origen.

Roaming gratis en Europa con menos velocidad que en el país de origen

Según un reciente estudio, muchos europeos soportan velocidades inferiores cuando navegan en roaming con respecto a las que tienen en sus países de origen. Este estudio establece que la media de la Unión Europea a nivel de velocidad móvil es de 30,57 Mbps, pero que la media en roaming de los mismos ciudadanos cae a de 25,5 Mbps cuando navegan en otros países miembros.

Lo cierto es que no es una diferencia brutal, pero aún así es algo para comentar. El problema son los acuerdos entre operadores. En algunos casos, en nuestro país tenemos 4G, pero ese operador no puede acceder a esas redes en otros países y nos tenemos que conformar con el 3G. Uno de los países más afectados es Holanda, cuyos usuarios navegan a la mitad de velocidad en roaming.

Otros países afectados son Dinamarca, Luxemburgo, Hungría y Bélgica con una pérdida del 40% de la velocidad en roaming con respecto a la que tienen en sus países de origen. Por su parte, países como Italia, Estonia, Letonia o Portugal disfrutan de mejores velocidades en roaming que en su territorio nacional. Alemania es el más balanceado de todos y sólo pierde un 0,1% de velocidad en roaming.

Los acuerdos para acceder a redes por parte de los operadores son la principal causa. Por ejemplo, los clientes de Vodafone tienen acceso a diferentes redes 4G de máxima velocidad a lo largo de Europa ya que se trata de un operador presente en varios países de la Unión Europea.