Los fabricantes de teléfonos inteligentes que utilizan Android en sus dispositivos tienen firmado un acuerdo con Google en el que se contemplan determinadas condiciones como, por ejemplo, que las GAPPS vengan preinstaladas en el terminal y aparezcan en un lugar preferente. Pero además de esto hay otras muchas condiciones que deben cumplir los fabricantes para poder hacer uso del sistema operativo móvil de la compañía de Mountain View. Una de estas condiciones recientemente incluidas contempla la obligación de aplicar los parches de seguridad que distribuye Google.

Google ha tenido que lidiar con la fragmentación desde los primeros días de Android. Mientras que Apple ofrece hardware y software, y ambos ‘en exclusiva’ de manera conjunta, Google únicamente ofrece software y los fabricantes son los que se dedican al hardware. Es una excepción la familia de terminales Pixel, como lo fue anteriormente la de dispositivos Nexus. La cuestión es que esta relación es la que lleva a que la actualización de dispositivos no sea directa. Google lanza nuevas versiones y crea y distribuye parches de seguridad. Pero los fabricantes son los que tienen que tomar esta actualización, adaptarla a sus dispositivos y después distribuirla entre sus usuarios como último eslabón de la cadena. Aquí es donde está el problema.

Google fuerza a los fabricantes que usan Android a distribuir los parches de seguridad de su sistema operativo móvil Android

El jefe de seguridad del sistema operativo Android, de Google, comentó durante el Google I/O 2018 que han estado trabajando para que esta situación cambie. Es algo que ahora se contempla en el acuerdo con los OEM y que contribuye a un aumento masivo de los dispositivos y los usuarios que reciben parches de seguridad de manera regular. Algo que, por ejemplo, hace Microsoft con su sistema operativo Windows 10 sin importar la variedad de hardware que existe en su mercado. La compañía de Mountain View lanza boletines mensuales con estos parches de seguridad para vulnerabilidades conocidas, y los distribuye la primera semana de cada mes de forma regular.

Los fabricantes de teléfonos inteligentes, sin embargo, lo reciben un mes antes. Se desconoce cuáles son las condiciones exactas que ha exigido Google a los fabricantes de teléfonos inteligentes, pero sí se ha dado a conocer que la regularidad de actualizaciones será mayor y que, por otro lado, afectará a un público más amplio que el contemplado hasta la fecha.