A Spotify le va a salir cara la demanda colectiva de hace un par de años, en la cual alegaban que la plataforma de música en streaming estaría estafando a los artistas. Nada menos que 112,5 millones de dólares aseguran desde THR que pagará Spotify tras un acuerdo con un juez de los Tribunales de Distrito de los Estados Unidos para resolver dicha demanda colectiva. En ella se acusaba a la firma de música en streaming de no pagar adecuadamente las licencias requeridas para la transmisión de determinadas piezas musicales.

En tanto que Spotify no habría pagado de forma correcta las licencias obligatorias para comerciar con determinadas piezas musicales, se consideraría que la plataforma de música en streaming ha estado emitiendo de forma ilegal material para el que no tenía derechos. Inicialmente fueron David Lowery y Melissa Ferrick quienes demandaron a Spotify, pero más adelante se sumaron una amplia cantidad de artistas y sellos musicales. En este importante desembolso, de más de 110 millones de dólares, Spotify contempla 43,5 millones de dólares a los artistas y sellos potencialmente afectados por el problema.

Spotify tendrá que pagar más de 110 millones de dólares por usar música de algunos artistas de manera ilegal, tras una demanda colectiva

El resto del importe, que es más de la mitad, estará orientado a contar con los derechos para continuar utilizando algunas de estas piezas musicales. Algunos de los artistas afectados por el problema de Spotify consideran que es injusto, puesto que de no haber llegado a un acuerdo los daños legales habrían sido mucho más grandes para la compañía. Con este acuerdo han conseguido un ‘descuento’ del 98,7% en el importe que acabarán pagando.

Desde Spotify, sin embargo, han mantenido la misma postura desde el principio. Y es que no renunciaron a pagar en ningún momento, sino que es complicado encontrar a algunos editores y a quienes gestionan sus licencias. Por otro lado, la compañía dedicada a la música en streaming ha asegurado que estaba reservando los fondos correspondientes para pagar a los titulares de los derechos de autor a medida que les era posible contactar con ellos.