Hace unos meses, Canonical decidió como parte del proceso de instalación de la nueva Ubuntu 18.04 LTS, recopilar de forma predeterminada información del hardware y la configuración de software, en sus ediciones de escritorio. Es decir, el Ubuntu Desktop de siempre con todos sus sabores y escritorios, excluyendo la versiones Ubuntu Server, Cloud o Core.

En el blog de Ubuntu, Will Cooke (Dekstop Director en Canonical), nos adelanta algunos resultados, puesto que desde un principio se nos dijo que esa información iba a ser pública, además de voluntaria y anónima.

Cosas interesantes como la duración de la instalación, que tiene una media de 18 minutos, aunque las máquinas más poderosas son capaces de hacerla en la mitad de ese tiempo.

Si alguna vez os preguntasteis si la gente era más de instalar de cero o bien actualizar desde la versión anterior, ya tenemos respuesta: 3/4 partes prefieren una instalación limpia. El login automático también tiene su tirón (28%) y vemos que la opción minimal es utilizada solo por el 15% de los usuarios.

En la mayoría de las instalaciones (90%) se elige efectuar actualizaciones de software durante el proceso y aproximadamente en la mitad (53.4%) se opta por instalar los paquetes privativos (codecs multimedia por ej.).

A la hora de particionar, la opción preferida (53.8%) es borrar el disco de forma completa y reinstalar desde cero, mientras que la forma manual se utiliza en un 21.9%. Mencionar que un 3.95% de usuarios o instalaciones utilizan cifrado y en 7.88% Ubuntu convive con otros sistemas.

No hay sorpresas en cuanto a la resolución de pantalla más común: FULL HD (1080p) y dimensiones 1366 x768.

Si miramos la potencia de RAM, lo más habitual es encontrarnos equipos con 4 u 8 GB de memoria.

Por zonas geográficas, destacan USA, Brasil, India, China, Rusia, Alemania, Francia, España, Italia y Reino Unido.

Esto es solo un aperitivo, en un futuro se ampliará está información por parte de Canonical y se proporcionaran estadísticas más completas.

Quizás también con algo más de morbo, como puede ser el tipo de escritorio y sabor de Ubuntu o las marcas de ordenadores y gráficas más utilizadas.