Windows XP fue una de las versiones más populares del sistema operativo de Microsoft. Una versión bastante estable que se libró de los grandes problemas que han envuelto a otras versión de Windows y que contaba con una apariencia bastante agradable para la mayoría de usuarios. Sin embargo, Windows 10 ha llegado con muchas más funciones y características junto a una interfaz más moderna. No obstante, si todavía añoras la apariencia de Windows XP, vamos a mostrar cómo hacer que Windows 10 tenga la apariencia de Windows XP.

Pasos a seguir para conseguir que Windows 10 tenga la apariencia de Windows XP

De esta forma, tendremos en nuestro equipo la última versión de Windows bajo una apariencia que todo el mundo recordará. Para conseguir que Windows 10 tenga la apariencia de Windows XP lo primero que necesitamos es descargar el fondo de pantalla original de Windows XP, el botón del menú inicio de Windows XP , la textura de la barra de tareas y la aplicación NeoClassic-UI.

Se trata de una aplicación de código abierto que podemos descargar desde el anterior enlace a Github y que nos permite hacer que Windows 10 tenga la apariencia de Windows XP. Una vez hemos abierto la aplicación NeoClassic-UI en nuestro equipo, lo primero que tenemos que hacer es marcar la casilla Show all settings que se muestra en la parte superior y a continuación, vamos a la pestaña Start Menu Style para seleccionar la opción classic with two columns.

Ahora, pulsamos sobre el enlace Select skin… o vamos a la pestaña Skin y seleccionamos la opción Windows XP Luna dentro del desplegable Skin. A continuación, volvemos a la pestaña Start Menu Style, marcamos la casilla Replace Start button o remplazar el botón del menú Inicio, marcamos la opción Custom y desde el botón Pick imagen seleccionamos el botón del menú Inicio descargado previamente.

Nos vamos a la pestaña Taskbar o Barra de tareas y aquí tenemos que marcar la opción Customize taskbar, hacer clic sobre la opción Taskbar texture y desde el botón de los puntos (…), seleccionar la textura de la barra de tareas descargada anteriormente. En esta misma pestaña, también tenemos que ir a la opción Horizontal stretching y seleccionar la opción Tile.

Lo siguiente es ir a la barra de tareas de nuestro escritorio, hacer clic con el botón derecho sobre ella, desmarcar la opción Mostrar botón Vista de tareas y ocultar el asistente Cortana. Ahora, abrimos la página de configuración de Windows 10 y nos vamos a los ajustes de Personalización > Colores y seleccionamos el azul predeterminado, primero de la tercera fila. También debemos comprobar que tenemos activadas las opciones de mostrar el color de énfasis en Inicio, barra de tareas y centro de actividades y los efectos de transparencia.

Por último, lo único que nos queda es establecer el fondo de pantalla de nuestro escritorio con el fondo de Windows XP descargado previamente. Para ello, vamos a la opción Fondo dentro de Configuración > personalización y elegimos la imagen descargada de Windows XP. Ahora, ya podemos ver cómo hemos conseguido que Windows 10 tenga la apariencia de Windows XP.