Crean el primer escáner de rayos X en 3D y a color
Cuando nos hacemos una radiografía, normalmente se obtienen imágenes en blanco y negro, y así ha sido desde el descubrimiento de los rayos X hace algo más de 100 años. El contraste que generan las imágenes así permite a los médicos ver con más facilidad si hay roturas o fracturas. Sin embargo, en otros casos es necesario tener un mayor grado de detalle, para lo cual el chip que han creado para el CERN de Suiza es ideal, pudiendo incluso sustituir a un TAC.
Un chip que iba para el CERN ha resultado en una invención innovadora para los rayos X
Una empresa de Nueva Zelanda llamada Mars Bioimaging ha creado un escáner capaz de crear imágenes a todo color y en tres dimensiones de partes del cuerpo, como huesos, músculos y grasa. Tal es el salto, que la compañía afirma que esto es equivalente al cambio que supuso la fotografía en color frente al blanco y negro.
Los rayos X atraviesan el cuerpo y muestran una imagen final en función de la intensidad de cada rayo que haya llegado a atravesarnos, lo cual se capta en el otro lado. Este es el motivo por el que los huesos impiden que pasen los rayos X, ya que son más densos que el tejido blando que los rodean.
Sin embargo, el “escáner espectral” que han desarrollado en Nueva Zelanda es capaz de medir la atenuación de cada longitud de onda conforme pasan a través de diferentes materiales. Si se cogen esos datos y se pasan a través de un algoritmo, se genera una imagen en color y en 3D que muestra con un gran nivel de detalle cada tipo de parte del cuerpo, como músculo, hueso, agua, grasa, etc. Es como sacar un molde en 3D del interior de nuestro cuerpo.
Los inventos para uso científico acaban permeando a la sociedad
El escáner que ha desarrollado el equipo cuenta con un chip en su interior llamado Medipix3. Este chip había sido diseñado inicialmente para el CERN de Suiza para poder rastrear con precisión las partículas en el Gran Colisionador de Hadrones. Sin embargo, como suele ocurrir con las innovaciones científicas usadas en campos avanzados de la ingeniería y de la ciencia (como ya pasó con el velcro, la cremallera o la comida en polvo).
Así, una versión más pequeña de este sensor es la que se ha utilizado para los escáneres de rayos X, lo cual permite ofrecer diagnósticos mucho más precisos y personalizados. Por ejemplo, permite conocer el estado de los huesos y articulaciones, así como también visualizar un tumor o detectar daño vascular en etapas más temprana.
Las primeras pruebas que han realizado con el chip han tenido un gran éxito, y por ello van a empezar a realizar pruebas clínicas en los próximos meses en Nueva Zelanda con pacientes en secciones de ortopedia y reumatología.
Via: www.adslzone.net