La publicación en el Boletín Oficial del Estado, BOE por sus siglas, de los nuevos Presupuestos Generales del Estado nos ha traído la rebaja del IVA cultural en el cine que pasa del 21% al 10% de forma general. En muchos cine ya se nota la rebaja en el precio de la entrada. Sin embargo, muchos se sorprenden al comprobar que los libros digitales siguen con el 21% de impuesto sobre el valor añadido. ¿Por qué no han rebajado su IVA como el cine o como los libros en papel que tienen el 4% desde hace tiempo?

Todo parecía dispuesto para una rebaja en la tasa impositiva de los libros electrónicos, pero la cosa se torció a mediados del año pasado. La Unión Europea se había mostrado favorable a una rebaja para imponer un IVA reducido a libros electrónicos, el cual sí se aplica a los libros físicos. Es decir, actualmente, los ebooks tienen un 21% de IVA mientras que los libros en papel únicamente el 4%.

El veto de República Checa clave para no rebajar el IVA de los libros digitales

Colectivos como la Federación de Gremio de Editores de España (FGEE) explican que nuestro país tenemos claro que se debe rebajar el IVA de los libros electrónicos. Además, se ha demostrado que cuando ha bajado el IVA de productos culturales, ha aumentado su consumo en un porcentaje equivalente a esa reducción.

Esto nos pone sobre la pista de lo que supondría una rebaja del 21% al 4% (un 17% en total) en el precio de los libros digitales. Tanto España, como Francia e Italia siguen luchando para que se deje de considerar a los ebooks como pun producto de lujo. El problema es que todo está bloqueado por el veto de un único país de la Unión Europea.

Todo se remonta a junio de 2017 cuando conocimos que República Checa no quería que se igualase el IVA de publicaciones físicas con las digitales. Es necesaria la unanimidad de todos los países miembros, pero el problema no es que la República Checa no quiera rebajar el IVA, es que en realidad ha vetado la propuesta por una razón totalmente independiente y de ámbito nacional.

En este caso, alegan que no están de acuerdo con la condición de sujeto pasivo en relación con el IVA. Esto no tiene nada que ver con la aplicación del IVA reducido, pero ha bloqueado su aplicación en toda Europa. Por el momento, se trabaja en hacerles cambiar de opinión antes de finales del año.