Pros y contras de automatizar las actualizaciones de Windows 10
Desde que se lanzó por primera vez Windows 10 al mercado hace ya más de 3 años, con el paso de este tiempo hemos podido ver cómo el sistema operativo ha ido evolucionando de manera sustancial, en gran medida gracias a las constantes actualizaciones que Microsoft envía a sus usuarios.
Estas son las encargadas de parchear los errores de funcionamiento y fallos de seguridad que poco a poco se van encontrando en Windows 10, o al mismo tiempo las grandes actualizaciones se encargan de agregar una buena cantidad de cambios y nuevas funcionalidades para casi rediseñar el sistema o buena parte del mismo.
El primer tipo la firma de Redmond suele llevarlo a cabo el segundo martes de cada mes en lo que ya se conoce como el Patch Tuesday de Microsoft, mientras que las actualizaciones más importantes se envían aproximadamente cada seis meses, como está a punto de suceder con la Windows 10 October 2018 Update. Sin embargo, mientras que muchos prefieren que estas constantes actualizaciones de Windows 10 se lleven a cabo de manera automatizada una vez son enviadas por Microsoft, otros prefieren tener un mayor control sobre el proceso y hacerlo cuando cada uno lo considere oportuno.
Cierto es que, como se ha dicho en innumerables ocasiones, es recomendable mantener todo nuestro software, incluyendo el sistema operativo, actualizado en todo momento, principalmente por motivos relacionados con la seguridad, más que por las nuevas funcionalidades que puedan llegar. Sin embargo, Microsoft a lo largo de estos tres años, ha demostrado demasiadas veces que automatizar el proceso de Windows Update, puede traer más disgustos que satisfacciones, ya que la mayoría de ellos suelen introducir fallos de bulto en los sistemas Windows en un principio «sanos».
Actualizaciones de Windows 10 automáticas, sí o no
Es por ello que muchos otros usuarios prefieren hacer uso de herramientas tales como Windows Update Mini Tool para controlar por sí mismos la descarga de estos parches una vez que los de Redmond solucionan todos los problemas de la primera versión enviada automáticamente. Ahora bien, cuál es la decisión más acertada, es probable que cada «bando» tenga su parte de razón, ya que algunos priman la seguridad sobre la estabilidad, o los hay que quieren disponer de todas las nuevas funciones antes que nadie.
Con todo y con ello y a modo de ejemplo para ambos «bandos», no deja de llamar la atención lo sucedido recientemente con la última actualización lanzada por los de Redmond a su programa de pruebas Windows Insider, que por error puso a disposición de todo el mundo, con los problemas que puede acarrear instalar una versión no estable de Windows 10, tal y como nos explicaron los compañeros de SoftZone.
A partir de ahí cada uno debe decidir cómo prefiere recibir las actualizaciones de Windows 10, si de manera automática una vez son lanzadas, o esperar a que se corrijan los fallos que se detectan en la primera versión de la mayoría de ellas.
¿Qué postura adoptas tú en tu equipo con Windows 10?
Via: www.adslzone.net