Hoy en día usar nuestro navegador web para visitar distintas páginas es un hecho tan cotidiano que podemos hacerlo incluso sin darnos cuenta. Abrimos Google Chrome o Firefox, introducimos la URL en la barra de direcciones de la parte superior y en un instante ya tenemos la página totalmente cargada en el PC. Sin embargo, esto no siempre ha sido así, y es que los navegadores web eran muy diferentes en sus inicios, y el CERN quiere que recordemos cómo era navegar con el primer navegador web de 1990 para poder ver cómo han evolucionado las cosas.

Volviendo atrás en el tiempo, la web, o World Wide Web, se creó en 1989 en un laboratorio del CERN como una gran base de datos de enlaces en hipertexto. En tan solo un año, los científicos ya tenían creado su navegador web, así como todos los protocolos y elementos necesarios para hacer funcionar esta base de datos, como HTTP, HTML, un servidor y las que fueron las primeras páginas web.

Aprovechando el 30 aniversario de esta creación, el CERN ha compilado de nuevo su primer navegador web, llamado WorldWideWeb, y lo pone a disposición de todos los usuarios a través de una página web para que todos podamos recrear lo que era navegar en aquel entonces por la red.

Want to know what it was like to browse the web in 1990? A team at @CERN has rebuilt the original WorldWideWeb browser, which you can explore within your own browser.

Try it here ➡️ https://t.co/sh8G62HZIR pic.twitter.com/qujdSFSKOz

— The Web Foundation (@webfoundation) February 18, 2019

Cómo navegar en 1990 con el navegador del CERN

Para poder utilizar este navegador, simplemente debemos acceder al siguiente enlace. Lo primero con lo que nos toparemos será con la web de bienvenida al universo del hipertexto con una serie de enlaces sobre el CERN y enlaces para máquinas NeXT.

Como podemos ver, este navegador no tiene una barra de direcciones como tal, y el menú con todas sus opciones se encuentra en la parte izquierda de la pantalla. Desde este menú vamos a poder acceder a la mayoría de las funciones del navegador del CERN.

La función que más nos interesa es la de poder acceder a una página web en concreto. Para ello, seleccionaremos el menú “Document > Open from full document reference” y, en la barra que nos aparecerá, introduciremos la URL que queremos visitar, en su formato completo (es decir, con “http://”)

En unos segundos (aunque en 1990 podía ser varios minutos) podremos ver cómo se abre la página web en cuestión. Eso sí, debemos tener en cuenta que a este navegador le faltará color, no procesará mucho del contenido de las webs modernas (como el CSS), no cargará imágenes, ni vídeos, ni gifs… Internet era así.

No tenemos pestañas, pero cada web que abramos lo hará en una ventana flotante, un concepto no muy diferente a las pestañas de hoy en día para trabajar con varias webs al mismo tiempo.

Google Chrome, Firefox… incluso Internet Explorer han supuesto una impresionante evolución de Internet y de la web. Seguro que hoy en día es imposible imaginar una web sin contenido multimedia ni formato de color más allá de las negritas o la estructura de los párrafos, pero realmente así lo fue hace un tiempo, y gracias a este proyecto del CERN podemos recordar cómo funcionaban las cosas en sus orígenes.

¿Os imagináis que no hubiera evolucionado y las webs siguieran siendo como eran entonces?