El boom de las criptomonedas se produjo hace ya más de un año cuando los valores de estas estaban por las nubes. Todo el mundo quería minar o comprar criptomonedas en una especie de “fiebre del oro” que terminó con la caída en picado de sus precios. No es que este mercado haya desaparecido ni mucho menos, pero no es tan mediático como hace algunos meses. Sin embargo, acabamos de conocer que ha sido el escondite utilizado por una organización de traficantes de marihuana desarticulada por la Policía Nacional que ocultaba sus beneficios minando criptomonedas.

Agentes de la Policía Nacional han desarticulado una organización de narcotraficantes que operaba en Algeciras y Barcelona y que ocultaba sus beneficios minando criptomonedas. En esta operación se han detenido a un total de siete personas que contaba con un entramado empresarial para ocultar los beneficios obtenidos con sus actividades ilícitas. Todo comenzó el pasado mes de enero tras detectar una vivienda unifamiliar utilizada como laboratorio para el cultivo de marihuana.

Minar criptomonedas para ocultar la venta de marihuana

A raíz de eso, la investigación fue avanzando hasta descubrir a algunos de los cabecillas de la organización que vivían en Barcelona y, de forma paralela, se inició una investigación patrimonial. En esta se pudo ver que poseían numerosos bienes y titularidades a nombre de empresas sin actividad laboral alguna.

Ese paso condujo a la realización de cinco registro para desmantelar tres laboratorios para el cultivo y elaboración de cannabis sativa donde se intervinieron alrededor de 1.000 plantas, el equivalente a 52 kilos según la Policía Nacional. En efectivo se intervinieron 2.000 euros y material informático valorado en 115.000 euros con el que recogían las inversiones en criptomonedas. Además, se embargaron 60 cuentas bancarias y 9 propiedades.

Hasta aquí, poco diferente a cualquier operación contra en narcotráfico. Sin embargo, nos ha llamado la atención lo de ocultar los beneficios minando criptomonedas. Los investigadores de la Policía Nacional habrían destapado un novedoso sistema para la fabricación de criptomonedas con las que los narcotraficantes ocultaban los beneficios obtenidos con el tráfico de drogas.

Aunque los detalles no son muy amplios, la Policía confirma que creaban cuentas corrientes en un entorno digital sin dependencia de entidades financieras sostenidas mediante un programa informático que controlaba tanto la contabilidad como el monedero virtual. En esas cuentas depositaban las monedas virtuales (dos de las más conocidas) para reducir costes y tiempos en las transacciones.

Por esa razón tenían equipos valorados en 115.000 euros escondidos en una habitación aislada de la estancia principal, dotada de un sistema propio de refrigeración, que estaban listos para minar criptomonedas.