En la era de Internet en la que nos encontramos inmersos en estos momentos, todo aquello relacionado con la privacidad y la seguridad de la creciente cantidad de información que manejamos en nuestros dispositivos, se ha convertido en uno de los puntos más candentes y tenidos en cuenta por la mayoría, algo que se hace especialmente patente en redes sociales o aplicaciones de mensajería instantánea, por ejemplo.

Y es que cada vez manejamos y compartimos, de un modo u otro, una mayor cantidad de información que podría considerarse como sensible, ya sea a través del correo electrónico, aplicaciones de mensajería, o plataformas sociales, entre otros métodos. De hecho estas últimas, las redes sociales, en estos momentos se han convertido en un sistema ampliamente extendido y usado para contactar con internautas de todo el mundo, tanto conocidos como no tanto, y compartir contenidos de todo tipo.

Claro está, lo que en un principio puede parecer una inocente práctica social, a la vez que divertida, también facilita a los usuarios malintencionados una excelente vía para la recolección de información personal que no desearíamos que en la mayoría de las ocasiones cayese en malas manos. Afortunadamente siempre podemos tomar algunas medidas de precaución para cuidar nuestros datos online y evitar que los ciberdelincuentes nos roben la identidad en Internet, por lo que vamos a hacer un repaso de los métodos más habituales que estos usan y cómo combatirlos.

Para empezar diremos que estos usuarios malintencionados en ocasiones no necesitan muchos esfuerzos para robar la identidad de alguien, ya que somos los propios usuarios los que se la proporcionamos sin darnos cuenta. De hecho muchas veces compartimos datos en Internet que no deberían ser públicos como fechas de nacimiento, direcciones postales o números de teléfono, datos con los que estos estafadores se hacen para hacerse pasar por nosotros. Por tanto no hay más que poner un poco de atención al compartir ciertos contenidos como fotos de casa o alrededores, además de configurar nuestras cuentas para que solo sean visibles para nuestros contactos aceptados y por tanto, amigos.

Evita la suplantación de identidad en las redes sociales que usamos a diario

Pero también podemos ser víctimas de robos de información a través de aplicaciones y servicios maliciosos, ya que algunas plataformas sociales nos permiten instalar aplicaciones de terceros o nos ofrecen servicios específicos externos que nos solicitan iniciar sesión a través de las credenciales de estas redes sociales. Por lo general estos nos proporcionan funciones adicionales que la red social no ofrece, pero los que son maliciosos utilizan estos permisos que otorgamos para recopilar información personal y hacerse con ella para que pueda ser usada por el desarrollador del malware.

Por tanto siempre es recomendable que, al hacer uso de estos servicios adicionales, miremos con detenimiento los permisos que necesita, y en el momento que veamos algo sospechoso, dar marcha atrás. Algo similar sucede en redes sociales con los ataques de phishing, métodos que se encargan de engañar a la gente para que hagan clic en determinados enlaces que son ampliamente distribuidos y compartidos en estas plataformas sociales. De este modo lo que los atacantes intentan, y consiguen muchas veces, es que la gente comparta esos enlaces para ayudar a difundir el ataque phishing.

Esto es algo que se hace mucho más grave y peligroso cuando estas publicaciones se hacen desde cuentas falsas de personajes famosos que parecen oficiales, lo que hace que los ataques de phishing sean una táctica muy eficaz para el robo de identidad, ya que estos enlaces maliciosos pueden provocar la llegada de malware a nuestros equipos, que se encargan de recopilar datos sensibles de los mismos. Además muchos se presentan en forma de empresas legítimas que solicitan información confidencial, enlaces que siempre deberíamos vigilar, y tener un poco de cabeza acerca de determinadas informaciones «jugosas» que nos intentan obligar a pinchar en esos links maliciosos.

Otra medida que debemos tener muy en cuenta al movernos por estos ámbitos online, es cuidarnos acerca de en quién confiamos en Internet, aunque sean amigos. Puesto que los delincuentes informáticos se han dado cuenta de que la gente ya no hace clic en los enlaces phishing de cuentas desconocidas, adoptan un nuevo enfoque atacando primero determinadas cuentas en redes sociales y luego enviando a los contactos de estas el enlace malicioso, por lo que la víctima cae al pensar que viene de su amigo. Por tanto, si vemos un comportamiento un tanto extraño o sospechoso en estas plataformas de un contacto que tenemos agregado, lo mejor que podemos hacer es desconfiar y no pinchar en los enlaces que nos envíe.

Hay que intentar usar las redes sociales con un poco de responsabilidad y cabeza

Uno de los tipos de contenidos que más comúnmente compartimos en estas plataformas, son las fotografías, sin embargo al mismo tiempo estas pueden convertirse en una excelente vía para llevar a cabo un rastreo de nuestra ubicación, por ejemplo se podría revelar el lugar donde vivimos, o dar a conocer públicamente que estamos de vacaciones en el extranjero con toda la familia, por lo que nuestro hogar está vacío. Por tanto es recomendable tener cuidado con lo que etiquetamos y dónde, especialmente cuando esta información se refiere a sitios privados que podrían revelar nuestra dirección.

Otro de los grandes problemas que nos presentan estos servicios es que a veces la información de subimos es imborrable, es decir, que determinados datos subidos a redes sociales, aunque los eliminemos o incluso cerremos la cuenta, de alguna manera podrían seguir estando en algún sitio, nunca desaparecen del todo.

De hecho hay determinadas webs que nos muestras estos sitios tal y como eran en el pasado, por lo que recopilan información que nosotros borramos en su momento de manera definitiva, o al menos eso creíamos, y los atacantes usan esas páginas para encontrar la información privada que les interesa, por lo que una vez más, debemos tener mucho cuidado con todo aquello que compartimos, ya que borrarlo de Internet más adelante no va a ser tarea sencilla.