Trucos Para Acelerar Windows 10 Y Mejorar El Rendimiento De Tu PC
Son muchas las causas por las que nuestro PC puede volverse cada vez más perezoso y lento. Una de ellas es que el hardware con el que está equipado no sea suficientemente potente para mover todas nuestras aplicaciones y sistema operativo, mientras que por otro lado, puede que las causas estén del lado del software o el propio sistema. A continuación, vamos a mostrar algunos trucos o recomendaciones para acelerar Windows 10 y así conseguir mejorar el rendimiento de nuestro ordenador.
Lo difícil en esta situación en la que tu ordenador comienza a ir lento es conocer la causa que está generando el problema. Por suerte, el propio sistema operativo de Microsoft, cuenta con una herramienta que nos permite generar un informe completo del rendimiento de nuestro ordenador. Desde el anterior enlace puedes ver cómo ejecutar dicho informe y toda la información que nos facilitará. No obstante, independientemente de si el informe nos da alguna pista de dónde puede estar el problema que hace que el rendimiento de nuestro PC haya disminuido, vamos a mostrar a continuación algunas recomendaciones a seguir parar tratar de acelerar el sistema.
Trucos y consejos para acelerar Windows 10 y mejorar el rendimiento del PC
Ojo con los virus y con los propios antivirus
Que nuestro PC se haya vuelto lento puede ser causa de que hemos sido infectados por algún virus o malware, por lo tanto, es recomendable pasar un antivirus a nuestro equipo para detectar y limpiar cualquier infección en el equipo. Por defecto, Windows 10 cuenta con su propio antivirus preinstalado, Windows Defender, sin embargo son muchos los usuarios que prefieren instalar otras herramientas de seguridad en el equipo. Toda precaución es poca, pero debemos saber que muchos antivirus son los responsables de que el ordenador se vuelva más perezoso debido a la cantidad de recursos que utilizan y a la necesidad de estar siempre ejecutándose en segundo plano. Por lo tanto, aunque es recomendable pasar un antivirus para eliminar cualquier virus o malware que esté haciendo que nuestro PC vaya más lento, es importante valorar el hecho de quedarnos simplemente con Windows Defender como herramienta de seguridad o buscar un antivirus que no ralentice demasiado nuestro equipo.
Elminar los programas de inicio que no usamos y activar el inicio rápido de Windows 10
Son muchos los programas o aplicaciones que al instalarlas en el ordenador llevan activada por defecto la opción de iniciarse con el arranque de Windows. Esto hace que de buenas a primeras, nos encontremos con que nuestro PC se vuelve muy lento a la hora de arrancar. Por lo tanto, es importante eliminar todos los programas que se ejecutan al encender el ordenador para conseguir acelerar Windows 10. Para ello, simplemente tenemos que abrir el administrador de tareas y desde la pestaña Inicio, vamos seleccionando todos aquellos programas que se ejecutan en el inicio de Windows y hacemos clic sobre cada uno de ellos para seleccionar la opción Deshabilitar. También es posible ir a cada uno de los programas y buscar entre sus ajustes la opción que permite indicar si queremos que se arranque con el inicio de Windows o no. Además, Windows 10 cuenta con una opción especial que podemos activar para mejorar la velocidad de arranque del sistema, el Inicio rápido. Para activarla, debemos ir al antiguo Panel de Control y en la opción Hardware y Sonido > Opciones de energía, hacer clic sobre la opción Elegir comportamiento de los botones de inicio/apagado.
Esto nos mostrará una nueva ventana en la que podemos elegir entre los distintos planes de energía, pero además, encontraremos también la sección de Configuración de apagado, que es donde vamos a encontrar la opción de activar el inicio rápido. Una vez marcada esta casilla, pulsamos en Guardar cambios y a partir de ese momento estaremos contribuyendo a acelerar Windows 10, sobre todo en su arranque.
Desactivar los efectos visuales de Windows 10
Algo bastante útil y efectivo a la hora de acelerar o aumentar la velocidad de Windows 10 es desactivar los efectos visuales del sistema. Windows 10 cuenta con efectos visuales en ventanas, pestañas y menús que hacen que se consuman más recursos del sistema. En ordenadores potentes esto puede que sea algo casi insignificante, pero en equipos con un hardware más justo, nos puede venir muy bien para mejorar el rendimiento de Windows 10 y en general del equipo. Para ello, abrimos la página de configuración de Windows 10 y escribimos en el buscador Ajustar la apariencia y rendimiento de Windows. Hacemos clic en el resultado y automáticamente se nos abrirá una ventana en la que, dentro de la pestaña Efectos visuales, podremos desactivarlos fácilmente. Por un lado, podemos elegir la opción Ajustar para obtener el mejor rendimiento, aunque también es posible marcar la opción Personalizar y desactivar todos los efectos que queramos para tratar de acelerar Windows 10.
Instalar un SSD o desfragmentar el HD
Uno de los componentes hardware que más influyen en el rendimiento del equipo es el disco duro de nuestro ordenador. Si disponemos de un disco duro mecánico y queremos acelerar Windows 10, entonces ha llegado el momento de valorar la posibilidad de sustituirlo por un SSD. Las velocidades de lectura y escritura de un SSD nada tienen que ver con las de un HD, por lo que notaremos una mejora muy importante en el rendimiento del equipo. Otra opción es realizar una desfragmentación del disco duro, en el caso de que dispongamos de un HD. Para ello, podemos utilizar el desfragmentador de disco del sistema con simplemente escribir en la caja de búsqueda de la barra de tareas Desfragmentar y optimizar unidades. Esto nos abrirá una ventana con la herramienta y lo único que tenemos que hacer es seleccionar la unidad de disco a optimizar y dejar que el desfragmentador haga su trabajo.
Eliminar archivos temporales, liberar espacio en disco y limpiar escritorio
Una práctica bastante recomendable a la hora de tratar de acelerar Windows 10 es la de eliminar todos los archivos temporales, liberar espacio en diso y limpiar nuestro escritorio. El sistema operativo de Microsoft cuenta con la utilidad, Liberador de espacio en disco, que nos ayudará con la tarea de borrar los archivos temporales que guardamos en el disco de forma innecesaria. Si escribimos en la caja de búsqueda de la barra de tareas Liberador de espacio en disco, podremos abrir la herramienta e indicar todos los archivos que queremos que nos borre del disco de forma automática. Pero también es recomendable tener nuestro escritorio lo más limpio posible, puesto que en caso contrario, notaremos que cada vez que arrancamos el equipo al sistema le cuesta cargar toda la información almacenada en el escritorio y por lo tanto, se ralentizará el proceso.
Mantener siempre actualizado los drivers, aplicaciones y el propio sistema
Aunque para muchos sea algo a lo que no dan demasiada importancia, lo cierto es que tener siempre correctamente actualizado los drivers de nuestro PC, así como las aplicaciones instaladas y el propio sistema operativo nos va a ayudar a mejorar el rendimiento de Windows 10 y acelerar el sistema. Cualquier problema, incompatiblidad o driver obsoleto puede hacer que ciertos componentes no funcionen correctamente y el rendimiento de nuestro equipo no sea el óptimo. Algo parecido ocurre con nuestras aplicaciones, ya que es recomendable tenerlas siempre debidamente actualizadas.
Y, ni que decir tiene, que es muy importante mantener Windows 10 completamente actualizado para conseguir el mejor rendimiento del sistema. Por lo tanto, es conveniente comprobar que tengamos todas las actualizaciones del sistema correctamente instaladas.
Desactivar los servicios innecesarios y el asistente Cortana
Windows 10 ejecuta un buen número de servicios de manera predeterminada, sin embargo, hay algunos de ellos que no son necesarios para el correcto funcionamiento del sistema y que podemos desactivar. Para ello, lo único que tenemos que hacer es abrir una ventana Ejecutar, Win+R, escribir el comando services.msc y pulsar Enter. A continuación, en la ventana de servicios debemos ir buscando aquellos que creemos que no afectan al rendimiento del equipo y desactivarlos, indicando que no se inicien nuevamente con el arranque del sistema.
El asistente Cortana tampoco es algo imprescindible, por lo tanto, podemos desactivarlo para tratar de acelerar Windows 10. Para ello, podemos ir a la página de Configuración de Windows 10 y dentro de la opción Cortana > Hablar con Cortana desactivar todas las opciones, aunque si lo preferimos, podemos desactivar Cortana por completo desde el registro del sistema. Para ello, abrimos una ventana del registro de Windows, navegamos hasta la ruta HKEY LOCAL MACHINE\SOFTWARE\Policies\Microsoft\Windows\WcmSvc, y una vez ahí, hacemos clic con el botón derecho del ratón sobre la clave WcmSvc para crear una nueva clave que con el nombre WindowsSeach. Dentro de ella, creamos un nuevo valor DWORD de 32 bits con el nombre AllowCortana y le asignamos el valor 0.
Ajustar la memoria virtual
Al igual que el disco duro, la memoria es otro de los componentes importantes para conseguir un buen rendimiento de nuestro ordenador. Por un lado tenemos lo que es la memoria RAM, pero por otro lado tenemos la memoria virtual que utiliza el sistema operativo. Una buena gestión y ajuste del tamaño de la memoria virtual puede hacer que consigamos acelerar Windows 10 y mejorar el rendimiento del PC. Por lo tanto, se recomienda comprobar que el tamaño de la memoria virtual en nuestro equipo esté establecido entre 1,5 y 3 veces la memoria total de tu RAM. Para ello, vamos al Panel de Control > Sistema y seguridad > Sistema y hacemos clic sobre la opción Configuración avanzada del sistema que se muestra en el lateral izquierdo.
Esto nos abrirá una nueva ventana en la que tenemos que seleccionar la pestaña Opciones avanzadas y dentro de la sección Rendimiento, hacemos clic en el botón Configuración. Nuevamente se nos abrirá una ventana en la que tenemos que ir hasta la pestaña de Opciones avanzadas y ahí encontraremos el tamaño actual de la memoria virtual. Para modificarlo, lo único que tenemos que hacer es pulsar sobre el botón Cambiar y establecer el tamaño que queramos.
Desinstalar aplicaciones que no utilizamos y programas preinstalados
En numerosas ocasiones, puede que instalemos alguna aplicación en el ordenador y posteriormente no la utilicemos. Estas aplicaciones, además de estar ocupando espacio en nuestro disco innecesariamente, puede incluso que algunas se estén ejecutando en segundo plano. De cualquier forma, es recomendable desinstalar todas aquellas aplicaciones que no usemos para mejorar el rendimiento y velocidad de Windows 10.
Para ello, basta con ir al Panel de Control y desde la opción Programas y características vamos seleccionando y desinstalando todos los programas que no utilicemos. Además, por defecto Windows 10 viene con un montón de aplicaciones preinstaladas que seguramente no vayamos a usar nunca. Por lo tanto, es bueno también que nos deshagamos de todas ellas, así como de aquellas que pueda haber añadido el propio fabricante.
Para desinstalar este tipo de aplicaciones, lo primero que tenemos que hacer es abrir la página de configuración de Windows 10 y navegar hasta la opción Aplicaciones > Aplicaciones y características. Ahí encontraremos un listado con todas estas las aplicaciones, que podemos ir desinstalando haciendo clic sobre ellas y a continuación pulsar sobre el botón Desinstalar.
Activar la opción de energía Alto Rendimiento
Windows 10 ofrece varios planes de energía para que los usuarios elijan el que mejor les convenga en cada caso. Además, permite crear un plan de energía personalizado para que cada uno decida cómo se debe comportar el sistema ante determinadas circunstancias. Pues bien, si lo que buscamos es acelerar Windows 10 y sacar el máximo rendimiento al equipo, entonces es recomendable seleccionar el plan de energía de Alto Rendimiento. Para ello, abrimos la página de configuración de Windows 10 y navegamos por las opciones Sistema > Inicio/apagado y suspensión y a continuación, hacemos clic sobre el enlace Configuración adicional de energía.
Esto nos abrirá la ventana de Opciones de energía donde debemos comprobar si nos aparece el plan Alto rendimiento. Si es así, entonces los único que tenemos que hacer es marcarlo y listo. Sin embargo, si no nos aparece tendremos que realizar un pequeño truco para activarlo.
Lo que tenemos que hacer es abrir una ventana de Windows PowerShell con permisos de administrador y una vez que tengamos la línea de comandos delante, escribimos powercfg -duplicatescheme e9a42b02-d5df-448d-aa00-03f14749eb61 y pulsamos Enter para ejecutar el comando. Si todo va bien, una vez ejecutado, ya podemos volver a la ventana de opciones de energía y comprobar que aparece el plan Alto rendimiento entre los planes de energía de Windows para poderlo seleccionar.
Via: www.adslzone.net