El Día Que Conocí A Richard Stallman... Y Se Dejó El Portátil Sin Vigilancia (A Mí Alcance).
Siempre he pensado que un día tendré mucho tiempo para estar sentado delante de mi portátil un día, y otro día, y otro día. Muchos días seguidos con tiempo para escribir. Para escribir muchas cosas. Cuentos, aprendizajes, pensamientos, libros técnicos, y hasta aventuras personales. Y por supuesto, entre ellas, muchas anécdotas que me han pasado con gente genial a la que he tenido la suerte de conocer.
Figura 1: El día que conocía Richard Stallman... y se dejó el portátil sin vigilancia (a mi alcance). |
Os he contado muchas a lo largo de los años por aquí. Muchas. Y otras las tengo anotadas para que no se me olviden. Tal vez algún día escriba un libro con la gente de mi tiempo a la que he tenido la suerte de conocer, y cómo fue para mí - que es lo único que realmente cuenta.
Hoy os quiero contar una curiosidad, no, más bien una anécdota del día que conocí a Richard Stallman en persona. El pasado 12 de Noviembre de 2018. El día que daba una conferencia en el Espacio de la Fundación Telefónica, y donde entre muchas cosas, yo pujé por el peluche que rifa al final con Phillippe Lardy - fundador de OpenExpo Europe - que me lo ganó. En la próxima conferencia lo consigo sí o sí.
El resumen de la conferencia está en la web, aunque no he encontrado el vídeo de la presentación - lo mismo no quería que quedase grabado Richard, que también nos prohibió subir fotos a Instagram o Facebook suyas durante su presentación -.
El resumen de la conferencia está en la web, aunque no he encontrado el vídeo de la presentación - lo mismo no quería que quedase grabado Richard, que también nos prohibió subir fotos a Instagram o Facebook suyas durante su presentación -.
El caso es que al final de la charla nos fuimos a comer un grupo, y yo tuve la suerte de sentarme a su lado y charlar largo tiempo. Richard es encantador en el corto, habla español de maravilla y le encantan los chistes con juegos de palabras, del tipo "Yo te amo, como diría Yoda". Me lo pasé genial con él, y sí, os puedo confirmar que me regañó, me adoctrinó para usar software libre y crear todo el software bajo licencias libres.
Pero lo curioso es que, durante un momento de la comida él quería hacer una llamada para organizar su próxima parada en el mundo. Sacó su portátil, inició sesión, abrió su editor de texto y empezó a leer y editar el correo en formato de texto plano. Y le surgió un imprevisto.
Algo le obligaba a cambiar el billete que tenía comprado, y tuvo que hacer una llamada de teléfono. Sí, había sacado el portátil en la mesa donde estábamos comiendo, había leído el correo y ahora tenía que hacer una llamada de teléfono a un compañero para algo.
Los que ya conocéis la leyenda sobre Richard Stallman sabéis que suele hacer llamadas desde terminales de otros, que eso de tener un dispositivo de espionaje no va con él, así que le pidió el teléfono a otro de los comensales y salió a llamar. Y... sí, se dejó a mi lado la sesión abierta de su portátil.
¿Os lo podéis creer? Al lado mismo de El Maligno. Era el momento de hacerle un ataque David Hasselhoff en toda regla. Pero... pensé que era más bonito inmortalizar el momento histórico con una fotografía que tengo guardada. Eso sí, os la dejo por aquí pero un poco censurada. Como podéis ver, en sus correos deja un mensaje a NSA al principio, para dejar claro cuál es su posición respecto del espionaje.
Después de ese momento, donde lógicamente le regañé por dejar la sesión abierta, le subí a mi Malignomóvil 3 - del que os garantizo que no le fue fácil ni subir ni bajar por culpa de lo incómodo que es mi coche - y le llevé a la estación de Chamartín a hacer su gestión.
Al final, fueron unas tres o cuatro horas las que estuve con él, entre la charla, la comida, y el viaje, pero me guardo para mis memorias esos momentos juntos y esta anécdota con dejarse el portátil abierto... ¿os imagináis que le hubiera metido un troyano en ese momento? La verdad, me encantó pasar esos ratos con él, y espero poder recibirle en el futuro.
Saludos Malignos!
Via: www.elladodelmal.com
El Día Que Conocí A Richard Stallman... Y Se Dejó El Portátil Sin Vigilancia (A Mí Alcance).
Reviewed by Anónimo
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