Con el advenimiento de la Era de la Informática, también conocida como Era Digital, y su sucedánea, la Era del Conocimiento, la información fue elevada a la categoría de activa estratégica para organizaciones y Estados-Naciones. Esto ha conferido a aquellos que la sostienen y de ella se utilizan efectiva y oportunamente, una incuestionable ventaja en el ambiente competitivo y en los contenciosos ámbitos internacionales.

La Internet, proporcionando conectividad en tiempo real y alcance mundial, ha traído consigo un crecimiento sin precedentes en el volumen de información disponible a los modernos responsables. Sin embargo, su gran vulnerabilidad, junto a la existencia de nuevos actores de funestas intenciones en el escenario internacional hace crecer la preocupación por la protección de la información que por ella se trafica.

Según Raphael Mandarino, las infraestructuras críticas (IC) son "las instalaciones, servicios, bienes y sistemas que, si se interrumpen o destruyen, provocarían un serio impacto social, económico, político, internacional o la seguridad del Estado y de la sociedad".

La definición más usual de IC es aquella que, una vez perjudicada por fenómenos de causas naturales, como terremotos o inundaciones o por acciones intencionales de sabotaje o terrorismo, trae grandes impactos negativos para toda una nación y su sociedad. Entre los ejemplos clásicos de IC se encuentran: las redes telefónicas; los sistemas de captación y distribución de agua; y las fuentes generadoras y las redes de distribución de energía.
Con un mundo hiperconectado, la vulnerabilidad de las IC se ha convertido en uno de los mayores desafíos de la actualidad, confirmado en el análisis presentado por el Boston Consulting Group.

Fuente: Air University [PDF]
Artículo publicado en la Revista Profesional Fuerza Aérea de EUA - Continente Americano - Volumen 1, Número 2 - 2da Edición 2019