El 30 de marzo de 2010 se realizó el apagón analógico en toda España, por lo que la TDT o Televisión Digital Terrestre se convirtió en la única alternativa para ver la televisión en abierto. Después de muchos años de pruebas y de emisiones simultáneas en analógico y digital, esta tecnología se convertía en la que todos los españoles debían utilizar para ver la tele, ganándole la partida a otras alternativas como el satélite. Sin embargo, los primeros diez años de la TDT no han estado exentos de problemas e incluso hemos conocido un caso de una provincia dónde la mitad de sus habitantes no pueden ver la televisión. Por desgracia, esto es más común de lo que parece.

Ya en los primeros años de la TDT, las encuestas hablaban de la baja satisfacción de los españoles con el cambio. Además de los contenidos basura, los refritos y la creciente publicidad, muchas personaban señalaban la existencia de continuación cortes de emisión. Con tan poco tiempo como tecnología exclusiva, muchos pensaron que esto se iría resolviendo con el paso de los años, pero nada más lejos de la realidad.

Problemas para ver la TDT, algo demasiado común

El propio Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital detalla en su web lo que conocemos como zona de sombra de cobertura donde no llega la señal de TDT. De hecho, hasta la Ley General de la Comunicación audiovisual establece la obligatoriedad de cobertura territorial del 98% de la población, lo que deja al 2% de la población (en esas zonas de sombra) sin TDT.

Para estos casos, se articula una solución mediante un sistema de satélite, con el que podremos acceder igualmente a todos los canales gratuitos de televisión digital de ámbito nacional. En algunas regiones incluso tenemos subvenciones a los ciudadanos que se ven obligados a adquirir un receptor para el satélite.

Sin embargo, las zonas de sombra son un caso, pero también tenemos diferentes problemas que afectan a la señal de la TDT. Por ejemplo, cerca de la frontera con Portugal o en la zona de la bahía de Cádiz existen interferencias con la señal de otros países, en este caso de Portugal y de Marruecos.

Tampoco podemos olvidar de la situación de la TDT en las ciudades costeras. El fading o efecto espejo es la combinación del mar, la humedad y las altas temperaturas que impide la correcta recepción de la TDT. Este es un problema que se busca paliar desde hace años, pero que se repite todos los veranos.

Son muchas las quejas registradas en los últimos años por vecinos de municipios o zonas concretas de España. De las más recientes, nos ha llamado poderosamente la atención la de las comarcas de Peñaranda, Campo Charro y Las Arribes (Provincia de Salamanca) que llevan 10 años con problemas que hacen fallar la recepción o que incluso no se reciben los canales televisivos.

Antonio Mateos, presidente de la Federación provincial de Instaladores de Telecomunicaciones, explicaba que “estamos en una provincia en la que aunque el 70 por ciento de la población recibe correctamente la señal, el otro 30 por ciento, los que tienen problemas ocupan el 70 por ciento del territorio y esto es en lo que llevamos luchando los últimos diez años”.

En las zonas de sombra está claro que los sistemas de recepción satélite podrían solucionar el problema, pero en otras zonas encontramos que hasta el viento o la niebla complican la recepción correcta de la señal. Este no es un caso asilado y tirando de hemeroteca hemos recuperado algunos casos registrados sólo el último año.

En Zamora se ha registrado la indignación de los vecinos de Pozuelo de Tábara por la nula recepción de la señal de televisión “como no ha ocurrido nunca desde que entró en servicio hace más de medio siglo”. Esto es algo común en esa provincia que incluso ha pedido al gobierno que solucione lo antes posible los problemas de cobertura de señal de la Televisión Digital Terrestre, Telefonía Móvil y Fija e Internet en la provincia de Zamora.

Mientras tanto, la televisión de pago sigue ganando usuarios con tecnologías como IPTV u OTT a la cabeza. La TDT sigue siendo la tecnología mayoritaria, pero cada vez tiene menos usuarios. La baja calidad de las emisiones, tanto a nivel técnico como de contenidos, junto con los problemas para su visualización, están dejando esta tecnología en un mal lugar.