La piratería ha sido tradicionalmente el enemigo de la industria audiovisual. En la mayoría de casos encontramos que se culpabiliza a los piratas del llamado lucro cesante, donde se analiza todo lo pirateado y se estima que todo lo que han sido descargas se ha dejado de ganar en forma de dinero. Ahora, a ese nuevo coste podría sumarse la estimación de cuánto pierden por las cuentas compartidas.

Compartir cuentas empieza a generar más pérdidas que la piratería

Cada vez son más informes los que miden el coste de la piratería o compartir cuentas. Hoy, Parks Associates ha publicado un informe en el que han estimado el coste de toda la gente que está consumiendo contenido de una forma que no sea pagar de forma directa por él. Así, estiman que para el año 2023, la piratería total alcanzará los 67.000 millones de dólares en todo el mundo. Además, calculan que si el 10% de los usuarios que pagan por servicios de televisión de pago dejasen de hacerlo, las pérdidas serían de unos 6.000 millones de dólares.

En el informe tratan también en profundidad un dato sobre compartir cuentas que calcularon en un informe anterior. Según ese dato, las plataformas de pago dejaron de ingresar 9.100 millones de dólares en Estados Unidos. La piratería, por su parte, fue responsable de 8.400 millones de dólares en pérdidas relacionadas con la piratería.

Así, en el informe se comenta que la mayor parte de los esfuerzo de los operadores de televisión de Estados Unidos están centrados en detectar y evitar la compartición de cuentas y el abuso de este tipo de modalidades. En una encuesta que realizaron, el 5% de los usuarios afirmaron usar credenciales de otra persona para acceder a una televisión de pago, mientras que el 6% lo hace para acceder a una plataforma de streaming.

Hay quien se aprovecha de las cuentas compartidas para lucrarse en la Dark Web

El compartir cuenta se divide también en dos categorías en el informe. La mayoría de la gente que comparte cuentas lo hace de manera casual y con amigos o familiares. El problema es que hay quien usa credenciales robadas en la Dark Web para descubrir cuántas cuentas pueden usar para crear nuevos perfiles y así lucrarse con ese tipo de cuentas. Por ejemplo, si hackean las credenciales de alguien con cuenta Premium que sólo tiene dos perfiles creados, saben que pueden vender acceso para que otras dos personas puedan acceder.

Actualmente, plataformas como Netflix no parecen haberse puesto muy en serio a intentar acabar con las cuentas compartidas, pero plataformas como Spotify han llegado a extremos de tener que compartir nuestra ubicación y la de los miembros que usen las cuentas familiares para ver si esas personas viven en el mismo entorno, a pesar de que puede que tengas familiares viviendo lejos de ti.