Este País Con 30 Millones De Habitantes Se Quedó Sin Internet Por El Corte De Un Único Cable Submarino
Los cables submarinos de Internet conectan diferentes países y continentes entre sí para asegurar el correcto funcionamiento de las comunicaciones. Sin embargo, algunos países y territorios están mejor comunicados que otros. Esto ha servido para lanzar nuevos proyectos de despliegue, sobre todo por parte de empresas tecnológicas que quieren beneficiar directamente el funcionamiento de sus servicios, pero también nos muestra la “fragilidad” del sistema cuando un país con un solo cable submarino sufre problemas. En este caso, vemos lo sucedido en Yemen, país con 30 millones de habitantes que se quedó sin Internet por el corte de un único cable submarino.
No es la primera vez que os contamos algo así. En mayo del año pasado, Vietnam demostró la extrema dependencia de estos cables. El cable Asia-Pacific Getaway (APG) sufrió una rotura el 27 de mayo y la velocidad de navegación cayó en picado, haciendo que acceder a webs como Google o Facebook fuera realmente complicado. Por si fuera poco, este país volvió a sufrir problemas en septiembre con la rotura del cable Asia America Gateway (AAG) que soporta el 60% del tráfico del país conectando con países como Brunéi, Hong Kong, Malasia, Filipinas, Singapur, Tailandia o Estados Unidos.
Corte de un cable submarino en Yemen
Yemen, situado al sur de Arabia Saudí, es un país con casi 30 millones de habitantes y conectado al exterior por cuatro cables submarinos, aunque los más importantes son el FALCON y el Asia Africa Europe-1 (AAE-1), este último con 25.000 kilómetros de longitud entre Francia y China. Sin embargo, el FALCON es el que nos ocupa en este artículo ya que ha dejado a casi todo el país sin Internet.
Aunque cuenta con otros tres cables, lo cierto es que el fallo en el cable FALCON ha afectado al 80% de la capacidad de Internet del país. Por el 20% restante han intentado “salir a Internet” los casi 30 millones de habitantes, lo que ha provocado un colapso absoluto y conectividad prácticamente nula.
En muchos países existen varios cables para asegurar la redundancia, es decir, que, si falla uno, seamos capaces de seguir conectados a Internet. Esto ha mejorado notablemente en los últimos años gracias a los despliegues de nuevos cables, pero en Yemen la situación no ha mejorado demasiado.
A todo esto, se unen los conflictos territoriales que vive el país y que complican cualquier labor para recuperar la normalidad en el funcionamiento de Internet. Además, la poca profundidad de las aguas del Mar Rojo y el Canal de Suez puede provocar cortes en los cables por culpa de las anclas, pero también hace que sea más sencillo reparar los cables.
Via: www.adslzone.net