(Ciber) Inteligencia
A nadie sorprende ya que el concepto «Ciberinteligencia» esté en boca de todos los profesionales de nuestro sector. Sin embargo, conviene detenerse un momento y plantearse de dónde proviene dicha disciplina (a todos nos encanta añadir el prefijo «ciber» para hacer las cosas más interesantes), y a eso vamos a dedicar los próximos artículos: a hablar sobre la Inteligencia, y en concreto, de sus diferentes aplicaciones en el ámbito corporativo, para entender así la importancia de incorporarla a nuestro día a día profesional.
Para empezar, tomemos por un momento la definición de inteligencia de la Real Academia Española. Entre sus múltiples acepciones, tenemos las siguientes:
- Capacidad de entender o comprender
- Capacidad de resolver problemas
Dichas capacidades son intrínsecas a cualquier actividad que requiera de evaluar una situación, analizarla y alcanzar una determinada conclusión.
Este hecho podría aplicarse a todo el espectro de profesionales, que en su día a día requieren de tomar decisiones de diferente calibre. Más allá, son aplicables en nuestro día a día en el momento en el que el semáforo se torna ámbar y evaluamos la situación en décimas de segundo para determinar si aceleraremos o frenaremos.
Queda claro entonces que la inteligencia es parte de nuestro día a día en todos los ámbitos. Sin embargo, entre los múltiples tipos de inteligencia que se registran en la RAE, hay una entrada dedicada exclusivamente a los llamados "Servicios de Inteligencia", siendo estos definidos como:Organización del Estado que proporciona al poder ejecutivo análisis e información para mejorar la toma de decisiones estratégicas orientadas a prevenir o neutralizar amenazas y a defender los intereses nacionales.
Esta descripción nos enfoca a comprender la inteligencia como una disciplina orientada a la toma de decisiones estratégicas (también junto a decisiones operacionales y tácticas si tomamos la clasificación de la OTAN).
Cabe preguntarse, llegados a este punto, si dicho análisis se podría aplicar a la información obtenida en el ámbito de la seguridad, concretamente a la parte "ciber" de la misma. Al fin y al cabo, valga la redundancia, ¿no consiste el trabajo de un analista de seguridad en “analizar información"?
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