StellarParticle, Una Campaña Asociada Con COZY BEAR
CrowdStrike ha publicado un artículo sobre la campaña StellarParticle donde se detallan las principales observaciones sobre la misma.
La campaña está relacionada con el ataque de cadena de suministro a través de SolarWinds que se dio en diciembre de 2020, y que los gobiernos de Estados Unidos y Reino Unido atribuyeron al grupo de cibercriminales COZY BEAR o APT29.
En este caso, StellarParticle es el nombre con el que el equipo de CrowdStrike ha nombrado la nueva campaña, caracterizada por el uso de nuevas técnicas descritas en el informe, o el uso en estos escenarios particulares de otras ya existentes. Entre las técnicas señaladas destaca la conocida credential hopping, caracterizada por emplear diferentes credenciales en cada paso para conseguir el movimiento lateral por la red. Minimiza las posibilidades de detección del atacante, y desde el punto de vista del analista implica atribuir mayor sofisticación al atacante, si el resto de técnicas acompañan esta percepción, como es el caso.
En particular, uno de los puntos interesantes no se hace esperar en el informe, y es cómo consiguen los atacantes autenticarse en las cuentas O365 de las víctimas aún con el multifactor de autenticación (MFA) habilitado para las cuentas. Aún con credenciales de administrador tendrían que saltar el MFA. En este caso los atacantes cuentan en su favor con el robo de cookies del navegador Chrome. La cuenta de administrador les vale para acceder a los equipos de los usuarios y robar los datos sobre la sesión. Las cookies se descifran y si los datos de acceso son recientes podrían emplear las cookies para saltarse el MFA. Diversos condicionantes que son una muestra de que el ataque se ejecuta con conocimiento sobre el sistema objetivo.
Este tipo de análisis además ayuda a determinar posibles puntos de mejora, como por ejemplo la importancia de establecer diferentes roles administrativos, y cómo pese a que una solución en concreto puede ofrecer esta posibilidad (O365), combinada con otras soluciones puede dar lugar a que esto no sea posible.
El artículo no deja de ser una lectura interesante también para los curiosos del análisis forense. Las ShellBags, característica del sistema Windows, cuyo propósito es recordar las preferencias del usuario mientras navega por los diferentes directorios, sirve en este caso para que los analistas puedan visualizar el comportamiento del malware mientras intenta obtener los datos de Chrome. Otra característica nativa en Windows Server 2012 y posteriores es UAL (User Access Login), que guarda información sobre los diferentes accesos del usuario, y que permite a los analistas obtener evidencias sobre las trazas de la actividad de los atacantes en el sistema comprometido. En base a los registros analizados algunas evidencias datan los accesos de los atacantes dos años antes de su descubrimiento.
Una vez que los atacantes consiguen acceso, en especial si el ataque es prolongado en el tiempo, pueden dejar malware para realizar operaciones o para futuros accesos. En este caso hay dos familias que se vinculan a la actividad de StellarParticle: TrailBlazer y GoldMax.
El primero, TailBlazer, al igual que otras familias, se caracteriza por proporcionar una funcionalidad modular, perfecto para hacerlo viable en múltiples escenarios. Resulta interesante que enmascara los comandos C2 como peticiones HTTP de notificaciones Google. Ofuscar el tráfico C2 no es algo nuevo, pero no deja de ser interesante cómo vuelve a adaptarse en este punto el ataque al entorno, en el que se asume o espera que haya cuentas Chrome, y que el tráfico Google sea habitual, precisamente por el uso de Chrome.
GoldMax se emplea en su variante Linux. Su primera aparición fue en la campaña que dio lugar al ataque de cadena de suministro SolarWinds, y para sistemas Windows. El objetivo de esta variante en StellarParticle parece no ser otro que permitir la persistencia en plataformas más allá de Windows. Esta no es más que otra muestra de adaptación oportuna de un malware que fue desplegado ya en la mitad de 2019.
Los investigadores señalan que en la mayoría de las ocasiones, el inicio de la investigación parte de un entorno Office 365 (O635) que ha sido comprometido y que, de hecho, los atacantes cuentan con un amplio conocimiento sobre los sistemas operativos Windows y Linux, Microsoft Azure, Office 365 y Active Directory. No podía ser de otra forma, conforme a los resultados descritos ampliamente en el informe publicado el 27 de Enero en el blog de CrowdStrike, donde les remitimos para una lectura completa.
Más información:
Early Bird Catches the Wormhole: Observations from the StellarParticle Campaing. 27 Enero 2022. CrowdStrike. https://www.crowdstrike.com/blog/observations-from-the-stellarparticle-campaign/
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Via: unaaldia.hispasec.com